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Santa Fe busca prevenir el cáncer uterino con ayuda de los varones

La provincia adhirió a la campaña nacional de vacunación para que niños de 11 años generen anticuerpos contra el HPV.


La igualdad de género también se juega en la sexualidad. Y en lo que muchas veces puede traer. En el peor de los casos, las enfermedades. El Ministerio de Salud provincial confirmó que adhirió a la campaña nacional de vacunación de varones de 11 años para que generen anticuerpos contra el HPV, un virus que afecta al 80 por ciento de la población, es de transmisión sexual y en un porcentaje mucho menor lleva a lesiones, principalmente en mujeres. Así, el gobierno, que se pone en sintonía con la Nación, busca que los jóvenes nacidos en 2006 no contagien a las parejas que tengan hacia delante en sus vidas. “La idea es que en 20 años esta medida ayude a bajar la incidencia de cáncer ginecológico de forma indirecta”, explicó la directora de Promoción y Prevención de la Salud santafesina, Andrea Uboldi. Hasta el momento, la vacuna era sólo para mujeres. El próximo paso será vacunar a hombres y mujeres entre 11 y 26 años que vivan con HIV o sean trasplantados.

Nuevo cuidado

Desde el 20 de diciembre de 2016 la Nación sumó una vacuna al calendario. Esta vez les tocó a los varones de 11 años, que desde ese día tienen la obligación de ir a algunos de los centros de salud públicos y someterse a un pinchazo para ayudar a reducir problemas a futuro. Para ellos y para sus futuras parejas. De forma gratuita serán inoculados con el virus del HPV. El objetivo es hacer bajar la mortalidad ligada al cáncer de cuello uterino de forma indirecta. También ganan en prevenir otras enfermedades. “Es una estrategia complementaria a la vacuna que ya existía para las mujeres de 11 años y así evitar futuras propagaciones de VPH. Evita la aparición de lesiones que pueden llevar a cáncer en aparato sexual y reproductivo. Es una enfermedad que se contagia con o sin penetración, por contacto, y genera peores consecuencias en mujeres”, detalló Uboldi a El Ciudadano. Según la especialista, si los hombres logran generar anticuerpos, bajará la multiplicación de casos por trasmisión. “El 80 por ciento de la población está infectada y un porcentaje mínimo no puede con el virus, por lo que surgen lesiones. En el caso de las mujeres se registra por el control papanicolau. La idea es que en 20 años baje la incidencia de cáncer ginecológico”, agregó la funcionaria.

Recorrido de la prevención

Argentina, a diferencia de sólo tres países en América, implementó la vacuna en la salud pública en 2011, cuando inocularon a las mujeres nacidas en 2000. En 2014 se hizo la transición hacia una vacuna que también previene arrugas genitales. En 2015 se empezó a hacer en dos dosis y el año pasado la estrategia sumó a los varones nacidos en 2006. En total, siempre según estadísticas de Nación, más de un millón de personas fueron protegidas del HPV. Desde la cartera provincial estimaron que es un buen número, aunque tienen problemas para que las mujeres continúen con la totalidad del tratamiento de prevención, que cuenta con hasta tres dosis.

El objetivo de la campaña es bajar las estadísticas de mortalidad atada al HPV. En Argentina se registran 4.956 nuevos casos por año y 1.800 muertes. A nivel mundial, 530 mil personas son diagnosticadas cada año con cáncer de cervix, 11 mil de pene y 9 mil de vagina. Es la cuarta causa de cáncer del mundo.

El próximo paso que planea el Estado es vacunar contra el HPV a hombres y mujeres de 11 a 26, ya sea que vivan con HIV o sean trasplantados.

Sistema integrado permitió mejorar atenciones ambulatorias

El Ministerio de Salud informó que entre 2012 y 2016, 721 efectores públicos utilizaron un sistema informático único e integrado que permitió tener información nominalizada (identificando a la persona y a la práctica a la que accedió), de las atenciones ambulatorias. Las mismas ascendieron a 27 millones en esos cuatro años, según precisó la secretaría de Planificación Estratégica y Recursos Humanos del área. Esto posibilitó un seguimiento estricto de cada persona, una evaluación de la situación sanitaria de la población en general y la redefinición de las políticas en marcha.

El registro de estas 27 millones de  atenciones ambulatorias se hizo con el sistema de información llamado Sicap, que permite identificar a cada usuario y a su entorno familiar en el sistema público de salud, como así también la realización de un seguimiento pormenorizado de su situación.

“Utilizando un sistema digital, en una planilla única se vuelca un conjunto de datos de las consultas sin internación que se realizan en los distintos niveles de atención”; tal es el caso de los centros de salud, Samcos y hospitales de alta complejidad, explicó María Luz Torres, directora provincial de Información para la Gestión, dependiente de la secretaría.

En igual sentido, destacó que “a partir de estos registros se comenzaron a construir indicadores de salud que posibilitan conocer la producción de los servicios, obtener perfiles de morbilidad de la población y realizar un seguimiento individual y familiar del proceso de salud, atención y cuidado. Esta información está disponible a nivel central y fundamentalmente en los equipos de salud como herramienta para el análisis y toma de decisiones en favor de la gente”.

Luego explicó que para ello “se constituyó una Mesa de Ayuda y de Soporte, un equipo de trabajo que es punto de contacto entre el equipo de salud y el área técnica central, y depende de la mencionada dirección”.

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