Espectáculos

En la Lavardén

Sandra Corizzo y Reynaldo Sietecase le ponen música y palabras a la noche del sábado

La cantante y compositora y el periodista y escritor, que juntos sostienen una sociedad artística que reporta buenos dividendos como pasó con "El amor muerde", están de regreso con nuevos poemas y canciones a partir de "Lengua sucia"


La cantante y compositora rosarina Sandra Corizzo y el periodista y escritor Reynaldo Sietecase, también rosarino pero radicado en Buenos Aires, sostienen una sociedad artística que reporta muy buenos dividendos en los últimos años.

Sin descuidar sus profusas carreras personales, ambos cruzaron canciones y artefactos literarios en un exitoso espectáculo estrenado en 2014 que se llamó El amor muerde, y que se representó durante varios años en escenarios porteños y santafesinos con singular repercusión.

Ahora, mientras preparan un nuevo trabajo en conjunto, volverán a encontrarse este sábado, en el escenario principal del Teatro Lavardén, de Sarmiento y Mendoza, desde las 21. La excusa es Lengua sucia, que reporta los nuevos textos surgidos de la pluma de Sietecase, que una vez más son interpelados por las últimas creaciones de Corizzo, lo que deriva en un show íntimo con dos artistas entrañables y cómplices en escena.

Como pasaba con El amor muerde, espectáculo que cruzaba poemas y textos “con el objetivo de narrar las distintas etapas del amor: el encuentro, la pasión, el sexo, la rutina, la ruptura y la vuelta del amor; el maravilloso juego en el que nos va la vida”, vuelven a ser aquí los poemas de destacado periodista los que ponen en acción la escena. De hecho, Lengua sucia es, también, la antología poética personal de Reynaldo Sietecase, donde el autor reúne una selección de todos sus poemas e incluye el poemario inédito homónimo.

Las entradas para el show de este sábado se venden de manera anticipada con modalidad online en la web del Ministerio de Cultura de la provincia http://abiertoalcielo.com.ar. La función se realizará con todos los protocolos vigentes que implican aforo reducido, distanciamiento, controles sanitarios y uso permanente de barbijo.

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