La titular de la ONG “Salvemos al Fútbol” Mónica Nizzardo, denunció que los cuatro barrabravas que ingresaron a la concentración de la Selección Argentina en Pretoria llegaron a Sudáfrica para ver el Mundial gracias a la relación que tienen con Julio Grondona, Diego Maradona y Carlos Bilardo.
Nizzardo se mostró indignada con este acontecimiento y expresó: “Son barras de Boca y de Estudiantes, son personas que han estado prófugas por muertes ¿Quién armó el paquete para que estos barras viajen en el mismo avión que los futbolistas? Grondona no puede despegarse fácilmente de esto”. Además insistió con su presentación ante la Inspección General de Justicia, que es el organismo que debe controlar a la AFA.
Para la dirigente, la Inspección tiene que “comprobar si la AFA violó la Ley del Deporte, ya sean su titular, Grondona, o los allegados, como Maradona o Bilardo”.
Nizzardo, quien conduce esa organización civil junto al ex juez Mariano Berges, fue más allá y señaló: “Esta situación es grave porque desde la Justicia no se avanzó casi nada, pese a que lo venimos advirtiendo desde hace tiempo”.
La ex dirigente de Atlanta también responsabilizo al Estado Nacional, ya que “Grondona no está solo en esto porque si hay un corrupto es que alguien lo deja corromperse”. Haciendo alusión a que esto tiene que ver con el Estado y con un montón de situaciones de la política. “Estos muchachos que están en Sudáfrica también aparecen en lugares que tienen que ver con lo político. Los vimos en la Feria del Libro, en el traslado de los restos de Perón a San Vicente o en el conflicto del Hospital Francés en el 2006. Hay un montón de situaciones en las que los organismos de seguridad no trabajan por el nexo que estos muchachos tienen con los punteros políticos”, denunció Nizzardo.
En este marco, la dirigente reclamó “la intervención de la AFIP, porque los barras no pueden mostrar un recibo de sueldo como para justificar los gastos”.
Pero Nizzardo no sólo tiene este argumento, sino que también recordó que cuando Lionel Messi llegó al país a mediados del año pasado, la AFA designó como custodios del crack a un barra brava de Nueva Chicago apodado “el Gusano”. “Nos sentimos estafados como ciudadanos, sobre esto la Justicia no avanzó nada”, remarcó. Además Nizzardo recordó que “cuando Mallo arrancó con Hinchadas Unidas Argentinas (HUA), el objetivo era levantar la bandera ‘Kirchner 2011’”.
En Sudáfrica, mientras tanto, la seguridad en los alrededores del predio del Centro de Alto Rendimiento de la Universidad de Pretoria fue visiblemente reforzada por policías sudafricanos, un día después de la presencia de barrabravas de Boca que fueron a reclamar la devolución de dos bolsos que supuestamente podrían haberse mezclado con el equipaje de la delegación.
Una docena de efectivos, en su mayoría portando armas largas, llegó temprano hasta el complejo, fortaleciendo la seguridad amén del personal que ya estaba alistado en ese lugar.
El encargado de prensa de la Selección Argentina Andrés Ventura habló acerca de esta denuncia y se defendió diciendo: “Acá no hay ningún tipo de vínculo y no se pagó el pasaje a nadie. Ojalá que esto se aclare. La selección iba a jugar en Dubai y al suspenderse hubo que conseguir pasajes en otro vuelo. Seguramente los hinchas ya tenían sus pasajes y nosotros invadimos ese avión”.
En cuanto a la presencia de cuatro barras de Boca a las puertas del High Performance Center de la Universidad de Pretoria Ventura blanqueó que fueron “a reclamar dos bolsos”.
Mientras el hermetismo en el seleccionado se mantenía, los barras tuvieron más de un diálogo con el jefe de seguridad de la delegación argentina, Pablo Fernández Toucido, un agente de la Policía Federal Argentina que negó conocer a alguno de los hinchas.
Sobre esos bolsos Ventura dijo que los barras señalaron que “eran iguales (a los que porta el seleccionado), aunque parezca mentira o una excusa”.
Mientras tanto, Ramón Ortíz, uno de los “barras” identificados con Boca reveló: “Nuestro arreglo es directo con Bilardo y Maradona”, quienes los habrían llevado porque son “cábala”, recuerdo de los Mundiales 1986 y 1990.
Entonces la Selección contaría en Sudáfrica con la hinchada “oficial” perteneciente al cuerpo técnico, con unos 40 miembros (retirados de los grupos actuales) y el brazo kirchnerista, compuesto por unos 250 (activos en las hinchadas de estos tiempos).
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