«Desde el principio todo salió bien. Gané la primera etapa y después seguí con todo», expresó Patronelli, quien fue aclamado por una multitud en la llegada.
En ese sentido, expresó que «por suerte, todo se encarriló desde el comienzo, y me sirvió mucho la experiencia del año pasado».
De esta manera, se convirtió en el primer argentino en ganar un Dakar, y además escoltado por Alejandro, su hermano menor.
«Esto es un sueño porque se trata de una carrera muy difícil. Hacer 9.000 kilómetros, y por lugares complicados, pone a prueba el temple de cualquiera», señaló en declaraciones a la prensa, apenas arribó a la meta.
Asimismo, destacó la labor de su hermano, quien «corrió su primer Dakar y terminó segundo. Me acompañó en todo momento y llegamos juntos, como lo habíamos planeado».
«Quiero agradecer al equipo, a la gente, a mi familia. También a Dios y a mi Virgen», dijo el ganador sin poder contener las lágrimas.