Un muchacho, de 25 años y oriundo de Tucumán, quedó imputado este viernes por cuatro salideras bancarias cometidas en septiembre y octubre del año pasado. Al sospechoso, apodado Pipa, el personal de la Policía de Investigaciones (PDI) lo buscaba desde septiembre pasado y fue detenido este miércoles por la noche en la localidad cordobesa de Villa Carlos Paz. Para la Fiscalía, es miembro de una asociación ilícita compuesta por cinco integrantes, quienes en su mayoría son oriundos del norte argentino y en forma organizada y sistemática llegaban a Rosario para cometer robos a los clientes de entidades bancarias en el microcentro de la ciudad. Se estima que el perjuicio económico asciende a 500 mil pesos y 6500 dólares entre los distintos hechos. La fiscal de Investigación y Juicio, Cecilia Brindisi, lo acusó de robo calificado y asociación ilícita. En la audiencia, la representante del Ministerio Público de la Acusación (MPA) contó que una de sus víctimas sufrió un paro cardíaco tras el robo. El magistrado Juan Carlos Curto, aceptó la imputación de la Fiscalía y ordenó la prisión preventiva sin plazo. Por el caso, ya habían sido apresados otros dos miembros de la banda de los Tucumanos.
Para la fiscal Cecilia Brindisi, Gonzalo Javier “Pipa” Z., de 25 años, junto a Juan Miguel V., de 26; Ramón “Pura” S.; Franco “Pecho” S., de 35, y Sergio T., de 38, -estos dos últimos aún están prófugos- formaron una asociación ilícita para la comisión de entraderas bancarias en la ciudad. La funcionaria explicó que llegaron a la ciudad a cometer arrebatos a los clientes que salían de los bancos, en la zona céntrica, para luego darse a la fuga en moto.
El modus operandi era siempre el mismo: uno de ellos se encargaba de “marcar” a una persona, otros la seguían y mediante violencia la desapoderan del dinero que anteriormente había extraído de la entidad bancaria. Para coordinar el atraco, se comunican constantemente por celular con el resto del grupo y luego, uno de ellos, sacaba a los arrebatadores en una moto.
Brindisi explicó que el grupo se dedicaba a la comisión de robos en poblado o en banda o robos simples y estimó que el grupo delictivo data de principios de septiembre pasado aunque registraron un hecho del 6 de diciembre de 2017 dónde uno de ellos, Juan Miguel V., fue detenido “en flagrancia” durante una salidera. Dijo que se trata de una organización estable con funciones determinadas y roles marcados, dónde hubo aportes de datos, medios y trabajo coordinado para lograr la impunidad. También agregó que hay otros hechos que surgieron de las escuchas telefónicas, los cuales no llegaron a acreditarse o que se determinó la existencia del robo, pero la víctima no fue hallada.
El ambiente que elegían eran bancos céntricos o casas de cambio y en esta distribución de tareas Pipa era uno de los conductores de la moto que sacaba a los ladrones del microcentro, rol que también cumplía Juan Miguel. Por ello, la fiscal aclaró que los roles no eran excluyentes. En las escuchas la Honda Falcon en la que se movía, la llamaban: la bici.
Salideras
En la audiencia de ayer, la fiscal le achacó una salidera ocurrida el 3 de septiembre pasado a las 13.45: La víctima salió de una entidad bancaria y fue seguida por Pipa y Pecho –también tucumano y con pedido de captura–. En Santa Fe y España, le arrebataron a un hombre la suma de 50 mil pesos y luego llamaron a Juan Miguel para que los saque del lugar en la moto.
El 12 de septiembre, a las 14.40, persiguieron a un hombre que sacó 17 mil pesos de una entidad bancaria. La víctima había estacionado su auto importado en una estación de servicios en San Juan y Pueyrredón. Según la Fiscalía, Pipa y Pecho rompieron el vidrio del acompañante y se llevaron el dinero. El atraco quedó registrado en las comunicaciones telefónicas dónde los ladrones fueron contando el seguimiento a la víctima desde la entidad bancaria y ubicaron exactamente en qué parte del auto había guardado la bolsa con la plata.
El tercero de los golpes fue el 21 de septiembre, también a las 14.40. Marcaron a una mujer que estaba en la caja de un banco. La fiscal explicó que Pipa junto a Pura y Pecho eligieron a la víctima, esperaron que saliera, la siguieron y al llegar a Sarmiento y Rioja le sacaron de un bolsillo del pilotín que llevaba en la mano la suma de 6.500 dólares. Huyeron en una moto conducida por Pipa. Un custodio de Anses vio el atraco y dio aviso al 911. En las intervenciones telefónicas aparece Pipa en este hecho comunicándose con Pecho, dijo la fiscal.
El último hecho imputado ocurrió el 3 de octubre pasado, cerca de las 14.30 en Entre Ríos y Córdoba. Dos hombres retiraron 450 mil pesos de un banco y uno de ellos lo llevaba en un morral. Según la fiscal, Pura se encargó de ubicar a las víctimas, llamó a Sergio T. para que las sigan y a Pipa para que llegara con la moto y los esperar para sacarlos del lugar. Tras violentar a las víctimas se llevaron el dinero. En total, el quinteto se hizo un botín cercano a los 900 mil (entre pesos y dólares) en un mes.
La fiscal contó que una de las personas asaltadas sufrió un infarto tras el desapoderamiento. Si bien las salideras quedaron registradas en las conversaciones telefónicas, la funcionaria sumó que las antenas telefónicas impactaron en la zona y los días de las salideras, explicó.
Brindisi pidió la prisión preventiva sin plazo para Pipa, mientras que su defensor Carlos Varela cuestionó la calificación vinculada a la asociación ilícita y pidió un arresto domiciliario que fue descartado por el juez Curto, quien dicto la medida cautelar como lo pidió la Fiscalía. A su vez, los otros dos consortes de esta causa, Pura y Juan Miguel, seguirán detenidos hasta el 15 de febrero cuando serán sometidos a una nueva revisión de la prisión preventiva.
En tanto, en la audiencia imputativa de este viernes las partes dejaron entrever que existen tratativas para una salida alternativa al juicio oral.
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