El ministro de Trabajo, Carlos Tomada, confesó sentirse “satisfecho” por el acuerdo alcanzado para elevar el piso del salario mínimo, vital y móvil a 1.840 pesos desde el 1 de enero próximo. De los 1.520 pesos actuales pasará primero a 1.740 pesos a partir del 1 de agosto. La CTA expuso sus reparos y detalló los puntos donde no hubo acuerdo.
“Estoy satisfecho. Fue un buen trabajo de todos. Esto fija un nuevo piso de salario que siempre es un avance, explicita un piso, define un marco, hace previsible la evolución salarial. Es un salario de referencia, un buen resultado”, evaluó el ministro en declaraciones radiales.
Tomada destacó el hecho de que “en el país haya funcionado durante siete años consecutivos la negociación colectiva y el consejo del salario mínimo con entornos diferentes, procesos electorales y crisis internacionales en el medio”.
“Lo rescato en términos de institucionalidad. Tantos reclamos de calidad institucional mientras se está construyendo esa calidad institucional”, sostuvo y remarcó la “responsabilidad de empresarios y representantes de trabajadores”.
Al ser consultado sobre la pretensión de la oposición en el Congreso para establecer el 82 por ciento móvil para las jubilaciones, Tomada consideró que “es un tema que se ha manejado con una irresponsabilidad muy grande” y revela “un oportunismo electoral que lo único que busca es una complicación económica”.
Sobre los pedidos de los gremios bancario y de Luz y Fuerza para reabrir sus paritarias, el titular de la cartera de Trabajo dijo que no lo preocupa, pues “lo que está pactado, está pactado, y se va a cumplir como otros años”.
Disconformes
En contraste, el secretario general de la Central de Trabajadores Argentinos (CTA), Hugo Yasky, aseguró que el salario mínimo debería haberse fijado “por encima de los 2 mil pesos”. Según el sindicalista, “para nosotros el salario mínimo debía estar por encima de los 2 mil pesos. Pretendíamos, de máxima, 2.200 pesos, pero el sector empresario planteaba que el mínimo vigente hasta ayer, de 1.500 pesos, ya estaba por encima de lo posible”.
“No entendemos por qué no se acordó una cifra mayor, si la economía está creciendo”, se quejó Yasky, en declaraciones radiales. El gremialista consideró además que “hubiese sido importante” que el Consejo del Salario “estableciera una reunión anual para resolver otros temas pendientes, como por ejemplo, discutir el monto de la canasta básica”. También comentó que el seguro de desempleo “sigue sin variaciones. Nosotros exigimos que se extienda a todos los trabajadores, incluidos los no registrados”.
“Otro tema que planteamos es definir estrategias para el blanqueo de personal, algo que a largo plazo, significa un agujero negro para el financiamiento de la ANSeS”, enfatizó.
Por otra parte, Yasky expresó su apoyo a la aplicación del 82 por ciento móvil, y consideró que para que ello se efectivice, “es importante discutir de dónde van a salir los recursos: creemos que hay que recomponer los aportes patronales y aprobar un impuesto a la renta financiera”.
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