La FIFA designó hoy la sede de la Copa Mundial 2018. La decisión se retrasó más de media hora. Esta será la primera vez que Rusia organice un Mundial.
En Zurich y tras una cerrada votación, Rusia fue la elegida para organizar la Copa del Mundo de 2018 tras imponerse a las candidaturas favoritas de España-Portugal, Inglaterra y, en menor medida, Bélgica-Holanda.
Rusia se presentó como un país “nuevo”, puente entre Oriente y Occidente, y con un potencial aún por explotar que alcanzará su máximo nivel con la celebración del primer Mundial de Europa del Este. Para apoyar este argumento, la candidatura rusa había mostrado un gran mapa del continente europeo recordando que 10 países de Europa Occidental habían acogido una Copa del Mundo.
Este hecho, unido al compromiso ruso de invertir cientos de millones de euros, ha pesado mucho a favor de Rusia. Para empezar, 13 de los 16 estadios y el grueso de las infraestructuras tendrán que ser construidas desde cero.
La designación que estaba prevista para el mediodía de Argentina, se demoró 38 minutos.
Otro de los argumentos esgrimidos por los eslavos fue, precisamente, la diversidad cultural de ese país de tamaño continental, y por tanto, la variedad de personas que el fútbol alcanzará. Putin ha prometido que se eximirá de visados a participantes y visitantes durante la disputa del Mundial, y garantizará el transporte público gratuito en autobuses y trenes por el país a aquellos aficionados que dispongan de entrada para el torneo.
La candidatura rusa fue defendida por su viceprimer ministro, Igor Shuvalov; el ministro de Deportes, Vitaly Mutko; el presidente de la candidatura, Alexey Sorokin; y la doble campeona olímpica de salto en alto, Yelena Isinbayeva. También apoyaron con su presencia el propietario del Chelsea, Roman Abramovich; el capitán del Arsenal, Andrei Arshavin, y la ‘top model’ Natalia Vodionova.
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