Otra vez finalista, ahora a cortar la racha. Sin jugar bien, pero con autoridad Rosario justificó sobre el final del encuentro su supremacía sobre Salta y avanzó a jugar otra esperada final del Campeonato Argentino. La chapa marcó 23 a 6, desatando la alegría del público presente en las Cuatro Hectáreas. Y la esperada final se jugará en Rosario por la ayuda del sorteo y el rival será Tucumán, verdugo en 2010.
Rosario terminó arriba en los primeros 40 minutos, por un ajustado 6 a 3. Más por falta de méritos del rival que por virtudes propias, ya que Salta falló dos penales factibles. Dos penales de Pato Fernández le dieron al local la ventaja en las pocas oportunidades que tuvo en ataque. El Ñandú cometió errores de manejo que frustraron las intenciones de atacar.
En cambio el elenco del norte se hizo fuerte con los forwards, y a partir de allí logro tener la posesión de la pelota. Aunque las imprecisiones de uno y otro lado hicieron que el partido careciera de emociones.
El partido estaba cerrado y Rosario comenzó a ganar el encuentro y ratificar su superioridad a los 12 minutos del complemento, cuando en la segunda pelota que abrió para los backs, encontró a Juan Rapuzzi para apoyar el primer try del encuentro.
A partir de ese momento el equipo de Gastón Conde hizo pie en el encuentro y comenzó a jugar con la desesperación de Salta. Fernández acertó un penal y puso la chapa 16-6. Había tiempo para más, para cerrar el encuentro de la mejor manera, el recién ingresado Luciano Fasoletti apoyó en el ingoal salteño (hubo que pedir TMO) y se cerró la semifinal, dándole a Rosario una nueva oportunidad de ser el monarca del rugby argentino. Un título que le es esquivo desde 1965. ¿Podrá romper el maleficio?
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