No pudo ser. En una final apasionante y con un score ajustado, Duendes cayó frente a Cuba, que se consagró por primera vez campeón del Nacional de Clubes, al imponerse frente a los rosarinos por 21-20.
El encuentro, que se jugó en la sede Villa de Mayo, fue atrapante de principio a fin y ambos conjuntos dispusieron de chances para quedarse con el título. Tanto fue así que sobre el final del juego, y con Cuba en ventaja por 21-20, Duendes contó con una chance inmejorable en los pies de Mateo Escalante, pero su remate no llegó a los palos.
Cuba se puso rápidamente en ventaja por 8-0 gracias a un try de Facundo Bosch y un penal de Bautista Güemes, a los 5 y 9 minutos, pero el Verdinegro lo dio vuelta gracias a un drop y dos penales de Tomás Carrió, y luego amplió la ventaja con un try de Genaro Carrió para irse al descanso 14-8.
Sin embargo, y al igual que en la primera parte, Cuba jugó mejor los primeros minutos del segundo tiempo y descontó con un penal de Güemes, a los dos minutos, aunque Duendes mantuvo la diferencia nuevamente por un penal de Tomás Carrió, a los 11.
Pero los locales siguieron buscando con gran decisión, descontaron una vez más por intermedio de Güemes, y finalmente dieron vuelta el marcador con un try a puro empuje de Bosch, a los 24 y la posterior conversión de Güemes.
Con ventaja de 21-17 de Cuba, fue el conjunto rosarino el que salió decidido a torcer el marcador y estuvo cerca de conseguirlo. Descontó y se ubicó a un punto gracias a un penal de Tomás Carrió y, a minutos del final, contó con una muy buena chance con un penal que el recién ingresado Mateo Escalante desperdició.
Los segundos finales mostraron a Duendes intentando empujar a Cuba contra su campo, mientras el equipo de Villa de Mayo resistía a puro tackle. Con el pitazo final, Cuba, en su estadio y con sus hinchas, festejó el primer título nacional.
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