Espectáculos

Rubén Blades cantó sus historias en El Círculo

El domingo a la noche el músico panameño actuó por fin en Rosario, en un excelente concierto de casi tres horas, y donde a pesar del poco público, logró que algunos bailaran salsa entre las butacas.


bladesPor Patricia Dibert.

“Sueño cumplido” dijo Rubén Blades y el público estalló en aplausos. El músico panameño actuó por primera vez en nuestra ciudad, el domingo por la noche, en el teatro El Círculo.

Durante tres horas, Blades puso en marcha una puesta internacional acompañado por una gran banda de doce músicos, comandada por Roberto Delgado.

Traje gris, sombrero y pequeños lentes oscuros, el hombre parado al frente del semicírculo formado por la orquesta, baila mientras toca las maracas. La Rosa de los vientos fue la apertura de un largo concierto plagado de clásicos, donde la salsa fue predominante para contar muchas historias.

El músico y conductor televisivo Fena Della Maggiora fue invitado para cantar a dúo “Chica Plástica”, y en ese preciso momento, una pareja se paró y comenzó a bailar en el pasillo del teatro, mientras otra los imitaba desde un palco del segundo piso. Es que a pesar de las pocas posibilidades que ofrece el lugar para bailar tomados del hombro, la chance de hacerlo escuchando a los mejores del género en vivo era realmente tentadora.

Pasaron uno a uno los grandes hits que recorrieron el continente en décadas, al tiempo que las historias trazaban un mapa social de esas ciudades. “Para todos los que vienen de barrios populares, de madres y comadres sin vacaciones, que trabajaron duro para que sus hijos lleguemos a un futuro mejor”, dijo antes de cantar “Las calles”, la canción que dice “ nacimos de muchas madres, pero somos todos hermanos”.

Blades es un gran contador de historias y, entre tema y tema, pone sus dotes de actor, abogado, músico y político sobre el escenario, y llega a la gente de la mejor manera. Así cuenta sobre sus comienzos, la dictadura, su exilio en Estados Unidos, su primer trabajo como cadete de una discográfica y la primera canción que logró escribir para ser grabada en ese sello: “Juan Pachanga”. “Hay que escribir sobre lo que uno conoce”, dice en un momento del show, y agrega que su producción está compuesta por cuentos cortos musicalizados. En ese camino fue que se cruzó con Gabriel García Márquez, con quien compuso un disco que significó un real fracaso comercial: “vendimos sólo cinco discos, tres compró Gabo y dos compré yo”, dijo basado en su admiración hacia el libro “Relatos de un náufrago” del colombiano que lo llevó a adaptar las historias de Gabo, como la canción “Ojos de perro azúl”.

Entre comentarios sobre Messi, su posible candidatura del 2019 en Panamá y la necesidad de participar en política, confesó que nunca pensó que vería a un negro como presidente de Estados Unidos y a un latino (y argentino), como Papa. Le dedicó el tema “El padre Antonio y el monaguillo Andrés” al Obispo Federico Pagura de nuestra ciudad, quien sentado en la butaca con su característico poncho marrón, tomaba fotografías desde la décima fila.

“Desapariciones” fue uno de los momentos más emotivos del concierto, con el apoyo de Blades a la búsqueda de nietos de las Abuelas de Plaza de Mayo, y a juzgar por la reacción del público, el corolario para esta primera visita de Blades, fue poder escuchar en vivo, “Pedro Navaja”, el himno que recorrió continentes y décadas, como un aguafuerte de nuestras realidades urbanas.

Lamentablemente el público no fue demasiado, sólo la mitad del teatro El Círculo estaba completa, lo que dificulta la realización de conciertos internacionales en nuestra ciudad. El placer de las 700 personas que pudieron verlo, corroboran la gran puesta del panameño, con una buena banda de vientos y percusiones, y donde Blades, mostrando la modestia de los grandes, en los solos de los instrumentistas se ubicaba en el círculo de la formación, como un músico más.

El músico tocó durante tres horas. Fue un impecable concierto de pedigree internacional y una vez terminado el show, partió rumbo a Buenos Aires, después de haber estado dos días en Rosario, donde además de recorrer un poco la ciudad para conocerla, se reservó libre el sábado para ir al Auditorio Fundación a ver la función del estreno de Les Luthiers.

“Los cantos y cuentos urbanos” de Blades, fue un mojón en la extensa agenda de esta temporada rosarina.

 

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