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Brasil al rojo vivo

Rousseff calificó a Temer y Cunha como “jefes golpistas”

El vicepresidente y el titular de Diputados “conspiran abiertamente, a la luz del día, sin escrúpulos”, disparó la jefa.


La presidenta brasileña Dilma Rousseff tildó ayer de “traidor” a su vicepresidente Michel Temer y lo acusó de apoyar el juicio de destitución para intentar reemplazarla en el poder.

“Existen dos jefes del golpe, que actúan en conjunto y de forma premeditada”, dijo la jefa de Estado, apuntando también sus dardos contra el presidente de la Cámara de Diputados, Eduardo Cunha, otro ex aliado y ferviente promotor del impeachment.

“Cayeron las máscaras de los golpistas”, expresó Rousseff, quien aludió al escandaloso audio de Temer, que se filtró a la prensa, con un discurso preparado para el día de la posible destitución presidencial.

Sin mencionar su nombre, Rousseff denunció que Temer filtró voluntariamente una grabación en la que daba por hecho que el próximo domingo la Cámara de Diputados admitirá el pedido de impeachment, siguiendo la recomendación realizada el lunes pasado por una comisión parlamentaria.

Esa filtración “revela una traición hacia mí y hacia la democracia de ese jefe conspirador que tampoco tiene compromisos con el pueblo”, proclamó Rousseff en un acto en el Palacio presidencial de Planalto.

“Vivimos tiempos extraños y preocupantes. Tiempos de golpe de Estado, de farsa y de traición”, señaló Rousseff, del Partido de los Trabajadores (PT), acusando a Temer de ser “uno de los jefes de la conspiración”.

“Ayer (por el lunes pasado) quedó claro que existen dos jefes del golpe, que actúan en conjunto y de forma premeditada”, dijo la jefa de Estado, apuntando sus dardos igualmente contra el presidente de la Cámara, Eduardo Cunha, quien promueve activamente su destitución.

En el audio, que según Temer fue divulgado de forma involuntaria, se oye al dirigente del Partido del Movimiento Democrático Brasileño (Pmdb) llamar a “un gobierno de unidad nacional” para “pacificar” al país y sacarlo de la recesión. El discurso es pronunciado como si la cámara de Diputados ya hubiera aprobado la moción para remover a Rousseff, que en caso de efectivizarse, deberá ser evaluada por el Senado.

También anuncia un tiempo de “sacrificios”, aunque promete respetar las “conquistas sociales” obtenidas bajo los gobiernos de Luiz Inácio Lula da Silva (2003-2010) y de la actual mandataria.

Rousseff, de 68 años, denuncia una tentativa de “golpe de Estado” en el procedimiento de impeachment, presentado por la oposición por presunta manipulación de las cuentas públicas en 2014, el año de su reelección, y en 2015.

“El gobierno está tranquilo”

La oposición festejó el lunes pasado ruidosamente la aprobación, por 38 votos a favor y 27 en contra, de la recomendación de abrir un juicio político a la mandataria.

Pero el gobierno está decidido a bloquear el proceso en la Cámara de Diputados, donde el pedido de impeachment debería obtener un apoyo de dos tercios de los escaños (342 de un total de 513).

Esa crucial votación debería realizarse el domingo o el lunes que viene, en un país con los ánimos caldeados a apenas cuatro meses del inicio de los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro.

En caso de que las dos cámaras voten a favor del impeachment, Rousseff sería apartada de su cargo hasta que el Senado dé su fallo definitivo, en un plazo máximo de 180 días. Y Temer la reemplazaría, esperando completar su mandato, hasta fines de 2018.

“La verdad va a prevalecer. El golpe no va a pasar. El impeachment será bloqueado”, proclamó Rousseff.

“El gobierno está tranquilo y hay confianza de que es posible vencer”, dijo a la agencia AFP una fuente del gobierno, que aseguró que la iniciativa será rechazada “por cerca de 200 diputados”.

Lula, en plena actividad contra destituyentes

El ex mandatario Luiz Inácio Lula da Silva ocupa la primera línea de frente en la defensa de su sucesora. El ex sindicalista espera que la Corte Suprema convalide su nombramiento como jefe de gabinete, bloqueado por un magistrado que sospecha que Lula, investigado por su presunta vinculación con el escándalo de Petrobras, buscaba de ese modo salir de la esfera de la Justicia. El Supremo Tribunal Federal (STF) debería emitir una decisión definitiva el próximo 20 de abril. Pero eso no le impide negociar activamente desde un hotel de Brasilia los apoyos de diputados de partidos secundarios.

Negociador durante el día, Lula es también un acalorado orador en la noche, como lo recordó el lunes cuando animó una manifestación de artistas contra “el golpe de Estado”, organizada por el célebre cantante y escritor Chico Buarque.“Estos golpistas deberían acordarse que perdí varias elecciones desde 1989 y que nunca me quejé. Ahora, bastó con que ganáramos de 2002 a 2014 para que la élite brasileña muestre su verdadera cara”, lanzó.

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