Política

Audiencia pública en el Congreso

Rosenkrantz defiende en el Senado postulación para la Corte

Tras leer las 13 impugnaciones que recibió, el candidato a la Corte responde preguntas. Su designación está cuestionada por sus antecedentes y porque se reclama ese cupo para una mujer.


El candidato a la Corte Suprema de Justicia Carlos Rosenkrantz defiende en el Senado su designación en una audiencia pública, en medio de una presión creciente por el cupo femenino en el máximo tribunal y con el PJ-FPV en absoluto hermetismo sobre el voto final.

Al inicio de la audiencia pública, se leyeron algunas de las 2.600 adhesiones que recibió el abogado y las 13 impugnaciones a su pliego. Luego comenzó la ronda de preguntas de los senadores. El primero en interrogarlo fue el titular del bloque del Frente par la Victoria, Miguel Ángel Pichetto, sobre el rol del Senador en la designación de jueces y por su visión sobre el matrimonio igualitario. “El matrimonio igualitario es un indicio de que la Argentina en ese frente ha avanzado”, respondió Rosenkrantz.

En segundo término, Fernando “Pino” Solanas le consultó por el fallo que reafirma el derecho a la información pública de los actos de gobierno en relación al ocultamiento del acuerdo entre YPF y Chevron por la exploración petrolera y gasífera en Vaca Muerta. “El límite del acceso a la información pública está dado por el tema al que refiere”, replicó el jurista. “La regulación medioambiental no puede ser un mecanismo de expropiación de los recursos provinciales”, agregó.

La audiencia con Rosenkrantz será la última antes de la reunión que mantendrá la Comisión de Acuerdos la próxima semana para firmar los dictámenes sobre los pliegos de ambos postulantes. El otro candidato, Horacio Rosatti, ya defendió su postulacion la semana pasada.

El cuestionamiento central que Rosenkrantz debe enfrentar, especialmente por parte de los senadores kirchneristas, se centrará en que su estudio jurídico, Bouzat, Rosenkrantz y Asociados, patrocinó al Grupo Clarín, entre otros conglomerados empresariales. Las otras impugnaciones en su contra van en la misma línea que las que tuvo Rosatti, encabezadas por el hecho de haber aceptado la designación por decreto que intentó el presidente Mauricio Macri y que finalmente fue descartada.

El candidato también deberá lidiar con el reclamo de mayor integración femenina en el máximo tribunal, el cual estuvo muy presente en la audiencia pública de la semana pasada donde la mayoría del público eran mujeres que llevan adelante la consigna “Mujeres en la Corte”. Este reclamo fue recogido el último martes por el líder del Frente Renovador, Sergio Massa, cuya suegra, Marcela Durrieu, recorre desde hace varias semanas los pasillos del Senado para impulsar el cupo femenino en el máximo tribunal.

El pedido es compartido por varias senadoras que se le hicieron saber a Rosatti la semana pasada, como la camporista Virginia García, la peronista federal Liliana Negre de Alonso y Magdalena Odarda, de la Coalición Cívica-ARI, lo cual hizo crecer las especulaciones en torno a la posibilidad de que sólo uno de los dos candidatos pase el filtro de la Cámara alta.

Hasta el momento, el bloque del PJ-FPV mantiene en reserva su voto y todos los senadores consultados afirman que tomarán su decisión luego de escuchar a los dos candidatos, aunque el sector del peronismo tradicional, encabezado por Pichetto, destaca los antecedentes de ambos juristas.

Si bien la intención del rionegrino es que los 42 senadores de su bloque voten de la misma forma, la sensación extendida en el PJ-FPV es que el sector ligado a La Cámpora tendría decidido el rechazo para los dos pliegos.

El voto del PJ-FPV es determinante para el oficialismo, dado que se necesita de una mayoría especial de dos tercios para aprobar la designación de un juez de la Corte, número al que Cambiemos no llega por sí solo.

Es por eso que, más que el eventual rechazo del kirchnerismo duro, el reclamo creciente sobre el cupo femenino es el que abrió un interrogante sobre el resultado final, dado que si prende entre senadoras de distintos espacios, podría bloquear al menos uno de los nombramientos: la Cámara alta tiene 30 legisladoras y 25 votos alcanzan para impedir la mayoría de dos tercios.

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