El Hincha

Boxeo

Rosario y el boxeo cumplieron más de un siglo de pasión que continúa vigente hasta hoy

La historia oficial del deporte de los puños en la ciudad comenzó a escribirse un 21 de septiembre de 1914 en el club Gimnasia y Esgrima con “la compra de dos pares de guantes para agregar a los dos ya existentes que resultaban insuficientes”


El dato clave surge de un acta del Club Gimnasia y Esgrima de Rosario, con fecha 21 de septiembre de 1914, en la cual consta que por pedido del director Julio Ávila, “la Comisión Directiva autoriza la compra de dos pares de guantes para agregar a los dos ya existentes que resultaban insuficientes”. Es decir, en ese año la institución suma a su lista de deportes al boxeo, algo inédito en todo el territorio santafesino hasta el momento.

Cuna del boxeo provincial

Además de ser la cuna de la Bandera, Rosario también lo es del boxeo a nivel provincial. Los antecedentes son muchos y se remontan a 1914. Su práctica y popularidad creció muchísimo por la influencia anglosajona, determinante en el deporte local con el amarre en puerto rosarino.

En 1864 el buque “Englishman” trajo los rieles para la construcción de la red ferroviaria Rosario-Córdoba y con él los técnicos y operarios ingleses, quienes desembarcaron con sus pasatiempos deportivos. Así nacieron los primeros clubes y con ellos el desarrollo del boxeo, primero de todo en el Club Gimnasia y Esgrima, hasta lograr imponer un campeón argentino nacional oficializado por la Federación Argentina de Box el 15 de octubre de 1921: el primer boxeador olímpico de la provincia, Alfredo Santoro, quien participó de los Juegos de Paris 1924.

El rosarino Alfredo Santoro (derecha) fue el primer boxeador olímpico de la ciudad.

 

El deporte de los guantes, que hasta mediados del año 1921 había pasado poco menos que inadvertido en la ciudad, fue tomando forma paulatinamente dando como resultado un considerable incremento de adeptos. Sin duda la gran expectativa creada por la muy vendida disputa del campeonato mundial entre el norteamericano Jack Dempsey y el francés Georges Carpentier en New Jersey habría influenciado en el ánimo de sus cultores, haciendo renacer sus entusiasmos.

Así lo que antes no preocupaba, gracias al excepcional interés de un match de carácter internacional, comenzó a verse a diario en todas partes, ya que el boxeo constituyó luego de ese combate mundial la diversión favorita de muchos niños. Los mismos que ayer se veían disputar acaloradamente un partido de fútbol en plena vía pública, ahora se había convertido en algo muy común observar la pelea amistosa de dos chicos entusiastas que con los nombres figurados de Dempsey y Carpentier se disputaban los honores de la jornada.

La cultura del boxeo corrió como reguero de pólvora por talleres, oficinas y otras dependencias: el arte de los puños se metió de lleno en el espíritu de los jóvenes, que ansiaban terminar con sus ocupaciones para dedicar una hora a la práctica de su deporte favorito. En casas de comercio y varios bancos de la ciudad se constituyeron clubes de box, contando con algunos elementos para que entusiastas practicaran en su tiempo libre. Se trataba de dos pares de guantes y cuarenta metros de soga con la que se improvisaba un ring a las mil maravillas, dado que todo se realizaba con la base de un ilimitado entusiasmo.

En el Banco Anglo Sub Americano de Rosario los dirigentes se prestaron a habilitar un salón especial para su práctica. Los empleados gozaban en esas reuniones de una grata expansión y a la vez que bregaban por su mejoramiento físico. En otros establecimientos similares se daban iguales comodidades e idéntica dedicación al deporte como los empleados del Banco de Italia y Rio de La Plata, habiendo revelado su entusiasmo por el box.

Este mayor incremento en la actividad boxística no queda en saco roto, ya que coincide con el logro de la primera corona nacional oficial y el Campeonato Rioplatense, ambos títulos obtenidos por el rosarino Elio Sebastián Plaisant. Otro hallazgo histórico fue la oficialización del ring del Club Gimnasia y Esgrima (año 1921), el primer torneo provincial amateur (año 1922) y la fundación de la Federación Santafesina de Box en el año 1924.

También por esos años se inaugura el primer gran estadio y promotora local en la esquina de Córdoba y Dorrego, el cual tenía una capacidad para más de 3.600 personas y abarcaba una extensión de 2.370 metros cuadrados. Y en la década del 40 llega el estadio de Rosario Central Número 2, ubicado en Ovidio Lagos y San Lorenzo, donde se proyectaron grandes figuras del boxeo nacional e internacional.

Casi una década más tarde, el 7 de enero de 1950, el Match Maker Juan Umberto Natale y el ingeniero Pedro Cristiá abre las puertas del mítico Estadio Norte: primer estadio techado de la historia local, logrando alcanzar su nivel competitivo más alto, convirtiéndose en la segunda plaza más importante de la argentina después del Luna Park, con una capacidad para 10 mil personas, el cual cerró sus puertas en el año 1967, abriendo paso en los 70 y 80 a los éxitos en el Estadio Sportivo América que se mantienen hasta el día de hoy.

Especial para El Ciudadano de Ever Palermo, ex boxeador amateur y autor de “Rebeldes de uniforme” y “Puños Rosarinos: tierra de campeones”, libro declarado de interés Municipal y Provincial.

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