Familiares de una nena de seis años que murió a fines de noviembre pasado luego de tragarse una pila de botón pidieron justicia en la puerta de Tribunales: sus padres volvieron a denunciar que el deceso de la pequeña fue consecuencia de una mala praxis del equipo médico del hospital de Niños Víctor J. Vilela.
La muerte ocurrió hace seis meses y medio. Débora Altamirano –mamá de Morena– la llevó de urgencia a la guardia del hospital Vilela luego de que se tragara una pila redonda. Ese día le realizaron una radiografía: le informaron que el cuadro no era grave y que en el lapso de 48 horas la iba a despedir.
Según contó la madre de la pequeña, los dolores seguían y la volvió a llevar al hospital ubicado en Virasoro al 1800. La guardia del lugar estaba llena, entonces decidió trasladarla a un sanatorio privado.
En el lugar le realizaron otra placa radiográfica y los médicos le advirtieron a Altamirano que había que operarla de urgencia y que lleve nuevamente a la niña al Vilela.
Allí los médicos decidieron intervenirla quirúrgicamente y luego de estar internada durante unos días la trasladaron a una sala común. Al poco tiempo la pequeña murió.
“El médico me dijo que la operación era un trámite. La dejaron en observación para ver cómo seguía y no volvió más. Nadie me dio una explicación”, dijo la mamá de Morena.
Luego hizo la denuncia por mala praxis en la comisaría 5°. El fiscal de la causa, Walter Jurado, ordenó realizar pericias para iniciar las investigaciones.
“Hice la denuncia por mala praxis y abandono de persona. No le sacaron la pila en el momento indicado. Mi hija se estaba quemando por dentro”, aseguró ayer la mujer en medio de la protesta en Tribunales.
Y concluyó: “Me pregunto por qué no le sacaron la pila en su momento. Va a ser una lucha y hay que estar preparado para todo”.
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