Ciudad

Rosario presenta versión local de la Marcha de las Putas

Por: Silvina Tamous. Organizada por un grupo de jóvenes, se busca concientizar sobre la manera en que son tratadas las mujeres. Se realizará esta tarde desde las 18. La convocatoria es en la plaza San Martín y marcharán hasta el Monumento.

Un grupo de jóvenes rosarinas realizará este viernes 12 de agosto una manifestación sumamente original. Se trata de la Marcha de las Putas, un evento que ya se realizó en varias ciudades del mundo y que busca que las mujeres no sean discriminadas por su manera de vestirse y reciban un trato igualitario. La inspiración partió de la frase de un policía canadiense que dijo: “Las mujeres deberían dejar de vestirse como putas para evitar violaciones”. La indignación no tardó en llegar, porque esas palabras representan la manera de pensar de muchas personas que buscan atribuirle a la propia mujer la razón por la que muchas veces son víctimas de agresión de sexuales o acoso por parte de hombres. Nadie podía pensar en ese momento que esa opinión despertaría rápidamente la indignación y generara que comenzara a armarse en distintos países del mundo la llamada Marcha de las Putas.

Si bien la primera marcha fue en Canadá, Latinoamérica compartió la iniciativa. Y así las cosas, las mujeres marcharon en México, donde el problema del feminicidio en Ciudad Juárez alertó a organizaciones internacionales, o en Honduras, donde comparte una realidad de maltrato con tasas más elevadas de violencia. La marcha llegó a la Argentina y replicó en Rosario. Y esta vez no fueron las organizaciones de género las encargadas de tomar las banderas generadas en otros países y ciudades, sino que vino por parte de un grupo de chicas, jóvenes, estudiantes, que se conocieron a través de las redes sociales y decidieron armar una marcha con el sólo objetivo de concientizar a la población sobre el trato hacia la mujer y la necesidad que ellas tienen de decir sobre su ropa. Ellas aseguran que no es una marcha contra los hombres, sino a favor de ellos, ya que considerar que no pueden pensar ni resistir un escote es un hecho de total discriminación. La marcha se realizará desde las 18, con concentración en la Plaza San Martín y marchará hasta el Monumento a la Bandera. “Nos apropiamos de la palabra puta, y le sacamos la connotación negativa que ofende y molesta”, sostienen las organizadoras.

Mariana Bessone y Melina Coronel tienen 22 y 25 años. Nunca se habían cruzado antes de que en el Facebook comenzara a circular la noticia de que en Buenos Aires se realizaría la Marcha de las Putas. Y fueron varias las rosarinas que pensaron primero en sumarse a la marcha y luego en armar una marcha propia. “Esto comenzó por una noticia de que esta marcha se iba a hacer en Buenos Aires, y ahí nos informamos sobre el origen, que se remonta a Canadá, en repudio a la frase de un policía que dijo que las mujeres deberían dejar de vestirse como putas para evitar violaciones”, explica Bessone.

“Después de Canadá, las marchas comenzaron a hacerse en distintas partes del mundo, y nuestra primera idea fue viajar a Buenos Aires para participar de la marcha que se hacía allá. Otras de las chicas sugirió hacer una página en Facebook y al ver que la gente se enganchaba decidimos hacerla en Rosario”, asegura.

“El nombre de putas tiene que ver con apropiarnos del término y sacarle esa carga negativa y estigmatizante. Hoy en día todo aquello que se sale un poco del paradigma que se tiene en la sociedad sobre lo que es una mujer «decente», alcanza para que te tilden de puta; en definitiva las mujeres vivimos reprimidas por miedo a ser tildadas como tales y no tiene sentido”, agrega Bessone.

“Uno se apropia del término. Si yo por pensar diferente, por vestirme diferente soy puta, entonces me asumo como tal y me apropio. Y de ahí la resignificación, al apropiarme le saco la carga negativa y estigmatizante”, asegura Coronel.

La mayoría de las organizadoras se conocieron por Facebook y las une el interés por la marcha, aunque algunas son amigas desde antes.

Melina Coronel fue la encargada de hacer los contactos. Así logró comunicarse con las organizadoras de Buenos Aires y de México y con un grupo que quiere hacerlo en Venezuela. Se comunican, se hablan, pero no tanto con los grupos originarios de Europa o de Toronto, ya que las separa el idioma.

Si bien afirman que ninguna de las organizadoras, o de las mujeres que se movilizan en post de esta situación fue víctima de un abuso sexual, todas aseguran que se sintieron discriminadas por la manera en la que se visten, o fueron juzgadas o por ello, tanto por hombres como por mujeres.

“A todas las mujeres en algún momento nos han llamado putas, por no podemos marchar por cada frase a la que nos oponemos. Pero sabemos que lo que dijo el policía está sumamente instalado en la sociedad. Lo piensan hombres y también mujeres y eso es lo que nos gustaría modificar”, sostiene Bessone.

Para Coronel, los dichos del policía reproducen lo que piensa parte de la sociedad. “No es un comentario aislado, es un pensamiento que está arraigado y naturalizado dentro de la sociedad. Terminar culpando a la persona porque se vistió de tal manera, cuando la excusa es siempre «bueno, pero mirá lo que te habías puesto, o mirá lo que provocaste”, sostiene.

Bessone aclara que el problema es considerar a los hombres como seres inferiores a la hora de creerlos capaz de realizar alguna acción contra una mujer sólo por como está vestida. “Nosotros creemos que los hombres son seres pensantes y que un escote no puede ameritar desde ningún punto de vista la desubicación por parte de otra persona”.

“Uno, cuando habla de violencia sexual, de violación, no habla de los hombres en general. Sabemos que eso remite inmediatamente a una persona que es un violador, que está enfermo. Nosotros no nos referimos a esas personas que están enfermas, no vamos a poder evitar la violencia sexual desde la mente de un violador. Pero por violencia sexual también se entiende la violencia verbal, la violencia en la pareja, el hecho de tener relaciones sexuales cuando la mujer no consintió. O si tomaste, y no estás bien en tus cabales y al otro día te despertás y te preguntás «qué estoy haciendo acá»”, reflexiona Coronel.

Para Bessone el objetivo que buscan con la marcha es “lograr una reflexión sobre esta doble moral que hay hoy. A los hombres se les permiten más cosas, son más libres porque la sociedad así lo decidió”, explica.

Comentarios

10