La primera “Casa Terapéutica Productiva”, una institución ideada y construida a pulmón por jóvenes rosarinos para generar una instancia de inclusión social y laboral de personas con padecimientos de salud mental, problemas de consumos adictivos y situaciones de vulnerabilidad se inauguró este jueves, en Doctor Riva 1080. Allí, la cooperativa Communitas, a cargo del proyecto, conformó un equipo interdisciplinario que trabaja todos los días, en el armado y realización de estrategias terapéuticas caso por caso. Los dispositivos asistenciales cuentan con herramientas y equipamiento orientado a la formación laboral, la producción individual o grupal, y la inclusión en proyectos productivos en el marco de la economía social y solidaria vinculada a experiencias de autogestión. En ese marco, los creadores buscaron y obtuvieron respaldo del gobierno nacional, y del corte de cintas participó el propio ministro de Trabajo, Carlos Tomada.
“Hay que adaptarse a las demandas de esta época, que son múltiples, como por ejemplo el consumo de sustancias, situaciones traumáticas, la no inserción laboral. No hay una causa específica: en función de lo que la persona necesite, ofrecemos las diferentes herramientas que tenemos”, detalló la presidenta de la cooperativa, Camila Bettanin.
La joven explicó a El Ciudadano que “no fue fácil” poner en marcha el dispositivo. “Pero era necesario crearlo para abordar la realidad actual”.
“Cuando uno pasa por diferentes instituciones, va leyendo cómo van respondiendo, tanto en lo público como en lo privado. Tal vez a una persona una capacitación le permite desplegar una problemática íntima, que de otra forma no lo hubiera podido decir, o puede pasar lo contrario”, agregó, dando a entender que la idea es no esquivar ningún desafío, por más complejo que sea.
La presidenta de la cooperativa repasó los diferentes espacios productivos que apuntalan la inserción laboral: la edición de una revista mensual, la realización de spots y coberturas de eventos, ventas de prepizzas al molde, producción de juegos rompecabezas y la confección de objetos impermeables con lonas de camión recicladas –estuches de cámara de fotos, bolsos materos, alforjas para bicicletas, mochilas y paneras– entre otros proyectos.
“Vienen personas desde los 16 años hasta los casi 70. En muchos casos donde se ve que el consumo problemático está asociado a una estigmatización o exclusión muy fuerte de la persona, lo que se trata es de que la persona vaya integrando su proyecto y, si lo decide hacer de forma colectiva, nosotros impulsamos diferentes espacios pre-cooperativos donde se puede desempeñar”, explicó la titular de Communitas.
En la inauguración de la Casa, estuvo presente el ministro Tomada, con quien los directivos de Communitas articularon un plan de capacitaciones. “Cuando empezamos a construir esto, y a atender demandas que tienen que ver con la generación de trabajo y poder ingresar y armar la cooperativa, el Ministerio de Trabajo apoyó. Y tenemos el respaldo de la Sedronar también. Es muy importante: fortalecieron el proyecto entendiendo lo que planteamos. Se busca transmitir que el valor y la cultura del trabajo son importantes, algo que se ve reflejado en la misma asistencia de salud”, concluyó Camila.
Para salir adelante
Las actividades de la Casa son:
De música: guitarra, guitarra eléctrica, bajo, batería.
De la palabra: literatura, escritura, guión, revista.
De arte: dibujo, fotografía, teatro, cine, serigrafía, sonido para cine y televisión, musicoterapia.
De ocupación: orientación laboral, talleres de producción textil, cocina, corte y confección, redacción, diagramación, ventas. Oferta de sala de ensayo y gestión de emprendimientos laborales y acompañamiento en la producción y comercialización de productos.
Cómo, cuándo y dónde
La Casa Terapéutica Productiva de la cooperativa Communitas está ubicada en Doctor Riva 1080, y abre de de 9 a 16. Los teléfonos son 153-413-789 o al 156-823-539. Para que los interesados accedan a las diferentes prestaciones se realizan una serie de entrevistas previas con la dirección general y el equipo interdisciplinario. Estos evalúan las necesidades, intereses y posibilidades del ingresante y su familia, incluyendo las condiciones administrativas requeridas para el ingreso, como obra social, cobertura estatal, certificado de discapacidad, entre otros.
A partir de estas entrevistas se determinan los pasos a seguir y si es factible continuar con uno de los servicios de la Institución.
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