Cada vez que llueve en Rosario, se repite: árboles añejos, descuidados, caen en el mejor de los casos en la calle o vereda desiertas. En otros, sobre vehículos o personas, como fue este martes.
El primer registro fue el del ejemplar de plátano que se desplomó sobre un utilitario que circulaba por Suipacha y San Juan. El conductor tuvo reflejos, aceleró y con eso consiguió que el pesado tronco no diera justo encima de él y su acompañante, sino un poco más atrás. Eso los salvó.
Otro árbol se desplomó y dejó ver sus raíces al aire, las que no pudieron seguir afirmando el ejemplar al suelo ablandado por la lluvia. Fue en Moreno y Catamarca, y parte del ramaje golpeó a una mujer que caminaba por la zona, quien debió ser atendida.
En este caso, como en tantos otros, los vecinos señalaron que habían cursado a la Municipalidad la denuncia sobre la inestabilidad de ese árbol y otro en la misma cuadra, con el riesgo de un siniestro como el que sucedió.
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