Ciudad

Nunca Más

Rosario: 50 mil voces por la memoria y contra el olvido

La columna tuvo casi 30 cuadras. Hubo fuerte repudio a los beneficios que tienen algunos represores detenidos


La nutrida columna fue encabezada por Madres de la Plaza 25 de Mayo. Foto: Juan José García.

El cielo se puso color plomo apenas unas horas antes de la convocatoria a lo que fue otra masiva marcha que aunó ayer a más de 50 mil personas por el Día de la Memoria, la Verdad y la Justicia en Rosario. Y pese a que parecía que la lluvia caería sobre la ciudad, cuando las columnas empezaron a enfilarse para comenzar la recorrida el sol asomó como si hubiera estado esperando a esa multitud para acompañar otra jornada de reivindicación y lucha.

Así, bajo el sol que salió de repente, miles de rosarinos marcharon a 42 años del último golpe cívico-militar-clerical en el país. La caravana arrancó exactamente a las 17.40 desde la plaza San Martín y de allí recorrió Santa Fe, bulevar Oroño; luego regresó por San Luis hasta Buenos Aires y terminó en el Parque Nacional a la Bandera, donde se montó un escenario sobre el cual referentes de distintas agrupaciones leyeron un documento conjunto que este año hizo eje en el firme reclamo del fin a las prisiones domiciliarias a represores que fueron condenados por delitos de lesa humanidad. La nota, leída con vehemencia en el escenario cuando la noche empezaba a asomar, también habló sobre el desmantelamiento de las políticas de derechos humanos y denunció el sistema económico opresor del gobierno de Mauricio Macri.

 

Memoria, baile y color

Durante la convocatoria previa en la plaza de San Martín y Dorrego, el espacio lo ocuparon distintas agrupaciones que pusieron el toque de color a la jornada. La reconocida revista villera La Garganta Poderosa montó una especie de recorrido lúdico para niños, donde hasta hubo arcos de fútbol para patear la pelota, y otros juegos con tejas de madera que retrataban lo que fue parte del proceso y también la situación política actual a nivel nacional con la mirada de la comprometida publicación mensual que se edita en Buenos Aires.

Murgas y grupos de danzas cantaron y bailaron antes y durante el recorrido. El colectivo LGTBI, en el que estuvo presente, entre otros, el subsecretario provincial de Políticas de Diversidad Sexual, Esteban Paulón, desplegó una bandera que tenía impreso un dibujo impactante que mostraba cómo una patota del Grupo de Tareas arrastraba a una trans: toda una alegoría a lo que cuatro centenares de travestis y gays sufrieron durante la dictadura.

 

“¡Presentes: ahora y siempre!”

Al grito de “¡30 mil compañeros presentes, ahora y siempre!”, y con la pesada fecha del 24 de marzo a sus espaldas, el inicio del derrotero de las columnas se vivió en un clima de euforia y alegría.

Al frente estaban las Madres de Plaza 25 de Mayo, a las que siguieron la agrupación Hijos, para luego dar paso a la marea colorida de agrupaciones políticas, sindicales, sociales y, por supuesto, miles de personas que concurren no encolumnadas, pero con la misma convicción y cantando: “Olé olé olé olá, como a los nazis les va a pasar: a donde vayan los iremos a buscar”.

Al pasar por bulevar Oroño, frente a los Tribunales Federales, la marcha se detuvo unos instantes para entonar un cántico que fue una constante: “Tribunales, tribunales, te venimos a avisar que si no les dan perpetua qué quilombo se va a armar”, en alusión a los juicios por crímenes de lesa humanidad que tienen en el banquillo a represores del período 1976-1983 y a lo que fue la base del documento que se leyó en el escenario del Parque Nacional a la Bandera.

 

Doloroso pero necesario

Junto a la columna de Madres, la diputada Alicia Gutierrez marchó con las imágenes de quien fue su compañero y padre de su hijo, Eduardo Toniolli, y de su hermana, ambos víctimas de la última dictadura.

“A 42 años de la desaparición de mi compañero Eduardo Toniolli y del secuestro y asesinato de mi hermana Ana María Gutiérrez en Rosario marchamos. Como siempre vivimos este día con mucho dolor pero a la vez recordando la lucha de los compañeros y compañeras y sabiendo de antemano que a pesar del golpe, que significó la muerte de ellos, hoy los jóvenes reivindican sus ideas, sus principios en la lucha por la Justicia”, dijo a El Ciudadano la diputada.

Carlos Núñez, referente de la biblioteca popular Pocho Lepratti de barrio Tablada, estuvo presente como cada 24 de marzo y dijo: “A 42 años estamos acá porque seguimos sosteniendo la lucha por la Memoria, la Verdad y la Justicia. Creo también que en este momento, más que nunca, con este gobierno (nacional) que reivindica tantas cosas parecidas a las de aquella dictadura cívico-militar tenemos que estar todos en la calle”.