Sportsmen Unidos apabulló a Alumni en la segunda final del certamen rosarino y quedó a un paso del título, que buscará el próximo miércoles en el Planchado Marcuzzi. Fue102 a69.
El partido duró lo que demoró Sportsmen en sacar ventaja de su intensidad. El encuentro tuvo vida mientras el elenco de Casilda fue prolijo en velocidad y le alcanzó la pelota a sus internos. No más de tres minutos. Aquella ráfaga de10 a4 que se fue diluyendo hasta quedar atrapada en la marea que propone Sportsmen.
Es que cada rival que enfrenta el Verde tiene una opción antes de encarar el juego: planear una estrategia para sacarlos de ritmo o intentar ganarles en su juego (arbitrajes al margen como tanto se hablado en esta temporada). Siempre es difícil, por algo apenas perdió cuatro partidos en toda la campaña. Y Alumni quizás haya intentado algo distinto, pero no se notó. Lo que sí se vio fue a un elenco visitante que mordió el anzuelo de las contras fáciles a las que se expone Sportsmen, pero que en esa arremetida terminó ensimismado en el vértigo y antes de darse cuenta estaba abajo en el marcador, mostrando una defensa muy pobre y siendo avasallado. De allí en más, se vieron vestigios del primer chico, aunque en este caso sin espacio para elevar la voz contra el arbitraje, y problemas todavía más serios, como la escasa paciencia y las dificultades para pasar la bola. Se juntó todo: un Sportsmen cada vez más confiado y un Alumni que se deshilachó, que se desinfló muy temprano en el partido y que no mostró variantes.
Los de Le Bihan ganaron el rebote ofensivo, causaron pérdidas y lastimaron afuera y adentro. La defensa del Alazán nunca llegó. Fueron 39 puntos en el primer cuarto, una proyección que terminaría superando los 100, y la quinta victoria en idéntica cantidad de partidos en la temporada para el Verde contra Alumni. Ni siquiera cuando Sportsmen bajó su efectividad, los visitantes dieron señales de que la historia podía cambiar. Fue notoria la superioridad frente a un rival que tiene jerarquía desde su entrenador hasta el último recambio, pero que no acertó la manera. Si algo faltaba, la defensa zonal terminó de maniatar a Alumni, Mécoli, Yanevich y Cravero redondearon otra tarea enorme y la diferencia se estiró para desatar el festejo.
Por ahora no despierta Alumni, al que ya le debe haber quedado claro que jugando en el terreno de su rival tiene todas las chances de perder. Pero hay una semana para trabajar y potencial sobra, con el aditamento de saber que en el Planchado Marcuzzi las referencias (con los aros) juegan a favor del Alazán. Es lo único que le queda a los de Móndolo para evitar la barrida ante el que hoy por hoy es el mejor equipo de la temporada le guste a quien le guste. Pero las finales se ganan o se pierden y a esta todavía le falta camino por recorrer.
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