Policiales

Zona sur

Rompió la cuarentena y se tomó un taxi: lo robó y lo chocó

El pasajero se volvió un ladrón, desapoderó al chofer de sus pertenencias, se llevó el auto y lo estampó contra un guardaraid. Ahora esperará el avance de la investigación penal tras las rejas


Se tomó un taxi en la zona sur y en medio del viaje sacó un arma y se robó el coche, la recaudación y algunas pertenencias. Chocó el auto de alquiler a los pocas cuadras y fue detenido. Este martes, la Fiscalía lo imputo por el robo, daño al taxi y por violar las normas de prevención sanitaria que rigen en el país a causa de la pandemia del coronavirus. Quedó detenido en forma preventiva por disposición judicial.

Cerca de las 23 de este domingo, un hombre paró un coche de alquiler en Arijón y Callao. Le pidió al chofer que lo trasladara hasta bulevar Avellaneda y avenida del Rosario. Durante el trayecto y a la altura de Circunvalación el pasajero sacó un arma que colocó en la nuca del conductor del taxi a quien le exigió que se detuviera. Le sacó 2 mil pesos, un reloj y el celular. Luego lo obligó a bajarse del coche y escapó en el taxi.

El ladrón condujo un trayecto hasta la bajada de Circunvalación y Avellaneda donde chocó contra el guardaraid dañando el coche. El sospechoso se bajó del auto e intentó correr pero personal policial que había llegado al lugar alertado por el robo logró detenerlo en la zona de Medina entre Arijón y Camino Dayton. En el interior del auto los uniformados encontraron un hierro que tenía la forma de un arma de fuego.

David S. marchó preso y este martes fue imputado por el fiscal Rodrigo Santana por los delitos de robo calificado por el uso de un arma impropia, daño y por haber violado y desobedecido el aislamiento social preventivo y obligatorio dispuesto por el Gobierno Nacional a través del decreto N° 297/20 y decreto N.º 270/20 del Gobierno de la provincia de Santa Fe que tiene por objetivo evitar la propagación de una epidemia Covid-19.

La imputación fue admitida por la jueza Hebe Marcogliese, quien dictó la prisión preventiva del imputado por el plazo de ley, es decir por un máximo de dos años mientras dure la investigación.

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