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Romney y un guiño al Tea Party

Como pretendía el grupo de extrema derecha, el candidato republicano a la Casa Blanca eligió como su compañero de fórmula para las próximas elecciones de noviembre al ultraconservador Paul Ryan, de 42 años, congresista por Wisconsin.


El postulante republicano a la presidencia estadounidense, Mitt Romney, presentó ayer a su candidato a la vicepresidencia: Paul Ryan, de 42 años, un ultraconservador congresista por Wisconsin. Lo hizo ante una multitud de seguidores en Norfolk, Virginia. El flamante compañero de fórmula es uno de los fundadores del movimiento Young Guns (Arma Joven) y es además uno de los favoritos del Tea Party, un movimiento de extrema derecha que ayudó a los republicanos a quedarse con la mayoría en la Cámara de Representantes en el 2010.

“Es un honor anunciar a mi compañero de campaña”, exclamó Romney durante la presentación que tuvo lugar a bordo del buque de guerra USS Wisconsin de la Segunda Guerra Mundial, que por coincidencia lleva el nombre del estado que Ryan representa.

Poco antes, había dado a conocer la noticia a través de su comité de campaña mediante un comunicado difundido por correo electrónico.

El anuncio marcó el fin de una búsqueda de ocho meses para encontrar al compañero de fórmula para enfrentar al presidente demócrata Barack Hussein Obama y al vicepresidente Joe Biden en las elecciones del 6 de noviembre próximo.

Ryan es el presidente de la comisión de Presupuesto de la Cámara de Representantes. “Su liderazgo comienza con carácter y valores. Paul Ryan trabaja en Washington pero sus raíces están en Janesville, Wisconsin”, afirmó Romney al presentar al legislador.

Ryan se impuso sobre otros nombres barajados en los últimos días, como el ex gobernador de Minnesota, Tim Pawlenty, el senador Rob Portman de Ohio o el gobernador de Virginia, Bob McDonnell. También habían sonado los nombres del senador Marco Rubio de Florida y el gobernador de Luisiana, Bobby Jindal.

Romney caracterizó a su compañero de fórmula como un hombre “de carácter y valores”. “Con energía y visión, Paul  Ryan se convirtió en un líder intelectual del partido republicano”, señaló.

Una dupla del lado de Dios

Por su lado, Ryan centró su discurso de presentación en la situación económica del país. “Un mayor desempleo, salarios reducidos y una deuda aplastante no deberían ser la nueva norma. Son el resultado de políticas equivocadas”, dijo.

Posteriormente le tendió una mano a los sectores más conservadores de su partido: “América no es sólo un lugar. Es un ideal. Es el único país fundado sobre un ideal. Nuestros derechos vienen de la naturaleza y de Dios, no del gobierno”. Romney, ex misionero mormón, había recordado previamente que Ryan es católico y antiabortista.

Ryan, considerado la nueva estrella política de los republicanos, es defensor de una estricta disciplina fiscal, ajustes radicales y reformas en los programas sociales.

Varias veces ha destacado que leyó cuando era adolescente el libro La rebelión de Atlas de Ayn Rand, una novela de 1957 de crítica social, sexo y política, que demoniza la intervención del Estado. Y pide a cualquiera que trabaje para él, aunque sea becario, que lea el libro.

Réplica de los demócratas

En tanto, al conocerse la nominación, el presidente Obama criticó a Ryan por sus ideas sobre política social y fiscal. “Ryan quiere bajar los impuestos a los ricos y al mismo tiempo imponer nuevas cargas fiscales a las clases medias y los jubilados”, señaló ayer el equipo de campaña de Obama a través de un comunicado.

Como diputado, Ryan defendió la “desconsiderada” política económica del ex presidente George W. Bush, que llevó a un alto endeudamiento estatal y un colapso de la coyuntura estadounidense, indicó el texto.

Si Romney y Ryan son elegidos en los comicios del próximo 6 de noviembre, repetirán esos “errores catastróficos”, añadió el comunicado de la campaña demócrata.

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