Sociedad

Mito o realidad

Roma vuelve a hablar de Rómulo 26 siglos después

Identifican un monumento funerario al mítico fundador y primer rey de la ciudad erigido en el siglo VI antes de Cristo


Historiadores conocían sobre la existencia del lugar. El arqueólogo italiano Giacomo Boni, quien dirigió las excavaciones en el Foro Romano hasta su muerte, en 1925, ya había planteado muchos años antes que en torno al Comitium, el espacio destinado a las reuniones públicas de la ciudad que después sería imperio, podría encontrarse un heroon, un monumento erigido en honor a una persona ilustre o heroica, como podría ser el propio fundador. Y este viernes, un equipo de arqueólogos lo confirmó: anunció el hallazgo del cenotafio a Rómulo, el mítico rey fundador de Roma.

Recientes excavaciones basadas en los trabajos de Boni en el Parque Arqueológico del Coliseo permitieron confirmar la hipótesis del arqueólogo y arquitecto veneciano al descubrir “un sarcófago de toba de alrededor de 1,40 metro de largo, asociado a un elemento circular, probablemente un altar”, dos elementos que datan del siglo VI antes de Cristo.

La directora del Parque Arqueológico, Alfonsina Russo, encabezó la presentación ayer, y destacó que el descubrimiento ocurrió, en realidad, hace 120 años. “Fue el arqueólogo Giacomo Boni quien en 1899 identificó esta caja o bañera, pero no le dio importancia, tanto es así que el hallazgo quedó en el olvido”, dijo. Y destacó que fue la arqueóloga Patrizia Fortini quien, volviendo a analizar la documentación dejada por Boni, en noviembre del año pasado comenzó excavaciones para ver qué había en esta zona que quedó debajo de una escalinata moderna, construida para acceder al edificio de la Curia Iulia entre 1930 y 1939.

 

Leyenda cierta

El cenotafio no es la tumba de Rómulo, pero sí un monumento que los antiguos romanos consideraban su sepulcro y donde veneraban a quien, según la leyenda, fundó la ciudad.

La fundación legendaria de Roma fue establecida en el 21 de abril del año 753 a.C. por Rómulo, quien mató a su hermano Remo por haber cruzado la zanja qué cavó para marcar la muralla de la ciudad nueva.

Popularizada por autores de la antigüedad como Tito Livio (59 aC. – 17), Ovidio (43 aC. – 17) o Plutarco (46 – 125), la existencia de los dos gemelos que fueron amamantados por una loba, la figura que se convirtió en el símbolo de Roma, siempre dividió a los historiadores. Incluso historiadores como el alemán Theodore Mommsen (premio Nobel de Literatura 1902) no lo consideraron una verdad histórica, y para el italiano Ettore Pais, otro estudioso de la Roma antigua, podía representar la oposición entre el pueblo y la nobleza.

Sin embargo, la leyenda tuvo otra evidencia de apoyo: un equipo de arqueólogos había encontrado a fines de la década de 1980. El grupo, liderado por el italiano Andrea Carandini, descubrió una larga y profunda zanja repleta de grandes piedras en una zona del Foro Romano, lo que llevó a Carandini a suponer que se trataba del pomoerium, la “zanja sagrada” excavada por Rómulo.

Según la leyenda, con la ayuda de una vaca y un toro blanco, Rómulo usó un arado para trazar la cerca de la ciudad. Remo saltó sobre el surco, violando así la muralla, lo cual era una especie de sacrilegio. Y sobre él se descargó la primera pena capital, que era el castigo por pasar, ya que la muralla se trazaba desde el primer momento para ser inviolable. De acuerdo con la tradición, Rómulo lo sentenció a espada para que los dioses no permitieran que en el futuro la muralla fuera violada de nuevo.

También la muerte de Rómulo oscila entre el mito y la realidad: la leyenda dice que se lo llevó su padre, Marte, dios de la guerra. La versión histórica considera que habría sido asesinado por senadores, quienes habrían descuartizado y dispersado las partes de su cuerpo por diferentes lugares de la ciudad. Una teoría que justificaría la ausencia de restos y de una tumba.

Otra tradición, defendida por Varrón en el siglo I aC., apunta que la tumba de Rómulo se encontraría en alguna parte del Comitium, donde el primero de los siete reyes de Roma habría sido asesinado.

Ayer se presentó el monumento funerario consagrado a Rómulo. “Que Rómulo haya existido o no, no es lo esencial, lo que importa es que esta figura esté considerada como el punto de partida que los antiguos eligieron para marcar el nacimiento político de la ciudad”, explicó el arqueólogo Paolo Carafa, de la Universidad La Sapienza de Roma.

“Los arqueólogos del Parque del Coliseo proponen reconocer a esos dos objetos –el sarcófago y el cilindro de piedra– como la tumba de Rómulo, pero yo diría que a partir de este descubrimiento debería abrirse un debate científico”, consideró el experto en historia antigua, consultado por la agencia <AFP<.

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