Edición Impresa

Juicio oral

Robó, lo amputaron y lo penaron

Un impacto de bala durante un tiroteo con la Policía tras asaltar una fábrica derivó en la pérdida de una pierna para el acusado, Miguel Scaglia. La defensa pidió la absolución por pena natural, pero igual lo condenaron con 6 años y medio de cárcel.


La Justicia de primera instancia condenó ayer a Miguel Ángel Scaglia, de 36 años, a seis años y medio de prisión por el delito de robo calificado por el uso de arma de fuego en concurso ideal con robo, agravado por haberse cometido en zona poblada y en banda. Además de “atentar contra autoridad calificada, en este último caso, agravado por el uso de arma de fuego en carácter de coautor”.

Scaglia contaba con una pena anterior que se unificó en una condena de 14 años y 9 meses de prisión efectiva. El defensor público Martín Riccardi había solicitado, a fines de marzo pasado, que se le aplicara la llamada pena natural debido a que su asistido le amputaron una pierna como consecuencia de la herida que sufrió durante un enfrentamiento con la Policía tras el robo.

Los hechos

El suceso que devino en la condena impartida  ayer por la jueza de primera instancia, Raquel Cosgaya –tras el séptimo juicio oral y público de la Fiscalía Regional Rosario en lo que va del año–, ocurrió a fines de octubre de 2014, cerca de las 9.30, cuando Scaglia junto con otras tres personas ingresó a la fábrica Coverfilm, ubicada en Suipacha al 3500, y a punta de pistola redujo al personal y se alzó con la recaudación destinada al pago de los sueldos de los empleados del comercio. También los asaltantes juntaron en el botín objetos personales y dinero de los trabajadores que se encontraban en el lugar.

Dispuestos a escapar después de un robo que parecía haberse llevado a cabo sin complicaciones, los ladrones escucharon por un handy con frecuencia policial que efectivos de la fuerza llegaban al lugar y escaparon de la fábrica por Suipacha hacia el sur.

Al llegar a la intersección con Biedma, los cuatro asaltantes se cruzaron con los efectivos policiales y allí se produjo una balacera en la que Scaglia resultó herido en una pierna, con fractura de tibia y peroné. Malherido, y junto con otra de las personas que habían participado del robo, fue detenido y puesto a disposición de la Justicia.

Una pena “saldada”

En el inicio del juicio, el 28 de marzo pasado, el fiscal Fernando Rodrigo pidió al tribunal que se aplicara al acusado una pena única de 17 años. No obstante, ese mismo día la defensa pública argumentó que lo solicitado por el representante del Ministerio Público de la Acusación (MPA) era “totalmente excesivo e innecesario” y pidió que Scaglia fuera absuelto en virtud de lo que la doctrina del Derecho llama pena natural, debido a que “las consecuencias sobre el acusado –como fue la amputación de una pierna– fueron graves e irreversibles”.

Riccardi relató al tribunal los padecimientos del acusado luego de la amputación, como también se presentaron testimonios de familiares que dieron cuenta del “calvario que sufrió Scaglia por su impedimento físico y de cómo le cambió la vida”.

Justamente, durante la segunda audiencia del juicio la esposa del acusado contó que el proceso de rehabilitación de su marido “fue horrible”.

La mujer también recordó que la mañana en que ocurrió el tiroteo su esposo le dijo que se iba a “paquetear”, vocabulario utilizado en la jerga de los vendedores ambulantes como “salir a vender por las calles”. En ese momento, ella tenía un hijo de 4 años y estaba embarazada de mellizos, a quienes dijo mantener con la pensión por discapacidad de su marido.

Entre sollozos, la esposa de Scaglia relató ante el tribunal que cuando hirieron a su marido la llamaron desde el Hospital de emergencias Clemente Álvarez (Heca) y allí se enteró de que estaba muy malherido en una pierna.

El acusado, además, tuvo que ser sometido a un by pass y, de acuerdo con el relato de la defensa, “su salud fue empeorando día tras día”, al punto que “escupía sangre por un edema pulmonar”.

Riccardi también señaló que su asistido fue el único de los cuatro partícipes en el hecho que aún no tenía sentencia, ya que los otros tres cerraron sus respectivas causas mediante juicios abreviados.

Marche preso

Sin embargo, la jueza a cargo del debate en el juicio oral y público que terminó ayer, Raquel Cosgaya, no hizo lugar al pedido del defensor público Riccardi, que se basó en la absolución por pena natural, y condenó a Scaglia a 6 años y medio de prisión.

Comentarios