Aprovechando el parate por las fiestas, Robinho y Neymar se distienden y divierten dentro de una cancha para el deleite de los aficionados brasileños.
Cuando iba a ser modificado, Robinho fingió una lesión para salir con el carrito. Cuando el conductor iba a arrancar, Neymar lo corrió y le sacó el volante para llevar a su compañero afuera de la cancha, lo que divirtió a todo el público presente.
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