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Pandemia incontrolable

Riesgo país: crecen los casos de coronavirus en Brasil, Chile, Paraguay y Uruguay

Estos cuatro países, que comparten fronteras con Argentina, sufren una importante suba de contagios de Covid-19 que ponen al borde del colapso a sus sistemas sanitarios por lo que volverán a cuarentenas estrictas. Brasil pasó a ser considerado un riesgo a nivel mundial


Los países latinoamericanos, en especial Brasil, Chile, Paraguay y Uruguay aparecen desbordados por el crecimiento de casos de coronavirus y con sus sistemas sanitarios al borde del colapso. Pese a que cada gobierno implementó distintas medidas para reducir el impacto del virus en sus sistemas de salud y en sus economías, los resultados no fueron lo suficiente para contener la pandemia que está provocando efectos devastadores. El flujo de noticias que llegan desde los citados países es vertiginoso, cambian todos los días, y  son nada alentadoras.

Esta segunda “explosión” de coronavirus pone en jaque a la Argentina que comparte extensa zonas limítrofes con todos ellos y, con los pasos terrestres difíciles de controlar en toda su extensión para evitar la circulación de personas.

Brasil al filo del colapso

La tozudez del presidente brasileño Jair Bolsonaro de seguir negando a adoptar una cuarentena nacional ubica a Brasil no sólo en riesgo para toda la región sino a nivel global. La cifra de muertos ya superó los 300.000, podría llegar a 400.000 en dos meses, o incluso antes, advirtieron este jueves las autoridades de salud.

El recrudecimiento de la pandemia en Brasil este año, con récord de muertos y el sistema sanitario al límite, se ha extendido al resto de Sudamérica, poniendo en jaque incluso a Uruguay, considerado hasta ahora un ejemplo de contención del coronavirus.

“Lamentablemente, la terrible situación de Brasil también está afectando a los países vecinos”, afirmó este martes Carissa Etienne, directora de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y agregó que es “crucial” agudizar las medidas.

La circulación masiva de la cepa brasileña o P.1, una mutación del virus SARS-CoV-2 mucho más virulenta, está en el centro de esta nueva oleada.

Tras detectarse en la ciudad amazónica de Manaos a finales de 2020, muchos países cerraron el paso por aire y tierra a viajeros provenientes de Brasil en un intento de frenarla. Pero tres meses después, la variante ya ha sido identificada en 32 países y territorios de las Américas.

Este martes Brasil batió un nuevo récord al registrar 3.251 muertos en 24 horas y la cifra de infectados trepó 12,2 millones de sus 210 millones de habitantes.

La presión llevó al presidente Jair Bolsonaro, escéptico del virus y un obstinado opositor del confinamiento, a conformar este miércoles un comité de crisis “para decidir el rumbo del combate” de la pandemia. Pero la decisión llega cuando 23 de sus 27 estados reportan un 85% de ocupación de sus Unidades de Cuidados Intensivos y se multiplican las denuncias de escasez de oxígeno y otros suministros médicos.

“La velocidad con que está aumentando el número de muertes es grave”, dijo este jueves el médico e investigador Carlos Machado, titular del Observatorio Covid-19 del Instituto Fiocruz de Río de Janeiro, centro estatal de investigaciones y fabricación de vacunas.

“Si se mantiene este ritmo en dos meses o quizá en menos de dos meses podemos llegar tranquilamente a los 400.000 muertos. Esto es una verdadera tragedia”, agregó según informó la agencia de noticias Ansa.

Al anunciar la creación del comité de crisis, Bolsonaro respaldó una campaña de “vacunación masiva”, pero no dio aval al aislamiento social decretado por varios gobernadores, al cual ha comparado con un “estado de sitio”.

Uno de los estados que ha tomado medidas es Río de Janeiro, el más visitado por turistas extranjeros, que días atrás decidió el cierre de las playas y otras restricciones.

Asimismo, el gobernador de Río de Janeiro, Claudio Castro, dijo que se desalentará el traslado de turistas durante el “feriado” que se iniciará este viernes y concluirá el 4 de abril.

El aislamiento fue votado por la Asamblea Legislativa de Río de Janeiro, que adelantó varios feriados para que se pueda extender el período de inactividad y empalmarlo con la Semana Santa.

Cuarentena dura en Chile

Casi 14 millones de personas, cerca del 70% de la población, entraron este jueves en una nueva cuarentena en Chile debido a un fuerte aumento de los casos de coronavirus que volvió a poner en jaque el sistema sanitario, pese a una impresionante campaña de vacunación.

Tras un 36% de aumento de los contagios en las dos últimas semanas, las autoridades sanitarias decidieron reforzar desde este jueves las restricciones en el país sudamericano que, desde marzo de 2020, tuvo los periodos de cuarentenas más prolongados en el mundo, además de toques de queda nocturnos.

Las autoridades tomaron esa decisión en momentos en que se registra un promedio de cerca de 6.000 casos diarios desde principios de marzo.

“Es un esfuerzo gigantesco el que tenemos que hacer, y nosotros hemos dicho muchas veces que la cuarentena es dolorosa, difícil, pero dado el avance de la circulación viral tenemos que tomar estas medidas pensando en la salud de las personas”, dijo el ministro de Salud, Enrique Paris, al anunciar, este lunes, este nuevo confinamiento.

Sólo en la capital, Santiago, la medida, que incluye el cierre de supermercados durante el fin de semana, afecta a 38 de las 52 comunas de la Región Metropolitana (7,1 millones de personas), la más poblada en este país de 19 millones de habitantes.

Este sábado y el domingo, casi el 90% de Chile deberá encerrarse en sus hogares ya que, además de las medidas anunciadas este lunes, hay varias comunas en Santiago y del resto del país que desde la segunda semana de marzo están con cuarentenas obligatorias los fines de semana.

Desde que se registró el primer caso de coronavirus en Chile, el 3 de marzo de 2020, fallecieron más de 22.000 personas y los casos suman casi 1 millón.

Este retroceso se produce en un momento en que la campaña de vacunación masiva, que empezó el 3 de febrero, anota un récord de más de 6 millones de personas que recibieron al menos una dosis de la vacuna del laboratorio chino Sinovac o del estadounidense Pfizer.

Suman más de 3 millones las personas que completaron su inmunización, entre ellos los mayores de 70 años.

En medio del agravamiento de la situación, las autoridades de salud informaron que el 50% de los fallecidos de la segunda ola murió sin ser hospitalizado, lo que muestra un aumento porcentual en relación a la primera ola que los expertos asocian a la falta de lugar en los hospitales.

La cepa Manaos en Paraguay

El gobierno de Paraguay informó este jueves que regirá en el país una cuarentena estricta desde este sábado hasta el domingo 4 de abril, período en el que las personas sólo podrán salir de sus casas para comprar alimentos, medicamentos y artículos de limpieza.

Lo anunció el jefe del Gabinete, Hernán Huttemann, en un mensaje al país en el que resaltó que ya circula en Paraguay la variante de coronavirus originada en Manaos, Brasil, de la que se detectaron al menos dos casos.

Sólo quedaron exceptuados de esa medida quienes realizan tareas “impostergables”, tales como los servicios de salud pública y privada; la asistencia de personas discapacitadas, adultos mayores y niños, y supermercados, despensas y farmacias.

“Estamos en un momento crítico y la única manera de mitigar esta situación es disminuyendo las interacciones sociales y cumpliendo todos los protocolos”, explicó el ministro de Salud Pública y Bienestar Social, Julio Borba.

“El objetivo de esta estrategia es aprovechar la Semana Santa y seguir las restricciones, ya que estamos en fase de mitigación”, agregó.

Paraguay acumulaba desde el comienzo de la pandemia 198.135 casos confirmados de coronavirus, de los cuales 31.438 personas tenían la infección activa y 3.818 murieron por la enfermedad, según el último balance del Ministerio de Salud, divulgado este miércoles.

En tanto las camas de cuidados intensivos para asistir a pacientes con coronavirus se encuentran al límite con un 95% de ocupación.

Uruguay duplicó casos en 24 horas

El gobierno de Uruguay resolvió este jueves suspender las clases presenciales hasta la Semana Santa inclusive y cerrar las oficinas estatales y cancelar los espectáculos públicos hasta el 12 de abril, entre otras medidas destinadas a frenar los contagios.

Las medidas fueron anunciadas este jueves en conferencia de prensa por el presidente Luis Lacalle Pou, al cabo de una serie de reuniones con sus colaboradores y unos días después de que se reportaran las peores cifras de contagios y muertes desde que comenzara la pandemia.

Las autoridades resolvieron suspender las clases presenciales en todos los niveles de enseñanza hasta la Semana Santa inclusive -viernes 2 de abril-, así como cerrar las oficinas públicas, excepto aquellas que prestan servicios imprescindibles, hasta el 12 del mes próximo.

Asimismo, ordenaron la suspensión de los espectáculos públicos en todo el país, también hasta el 12, y el cierre de los complejos termales durante la Semana de Turismo que coincide con la Semana Santa, según los diarios montevideanos El Observador y La República.

Paralelamente, hasta el 12 de abril los bares deberán cerrar a medianoche, los free shops en las fronteras permanecerán clausurados y estarán prohibidos los eventos y las fiestas sociales.

En ese ínterin la fuerza pública disolverá cualquier aglomeración en el espacio público. “Vamos a aplicar la ley vigente”, advirtió Lacalle Pou.

“Hemos tomado medidas que tienen como centro reducir la movilidad y una vez más la acción de gobierno tiene necesariamente que estar acompañada por las conductas individuales”, explicó el mandatario.

Las medidas fueron anunciadas por Lacalle Pou al cabo de una jornada de análisis en la que mantuvo reuniones con sus ministros y otros colaboradores.

Ese movimiento fue la reacción después de que este miércoles se confirmara que la cepa P1 del coronavirus, la que proviene de Brasil, ya circula en siete departamentos uruguayos, entre ellos Montevideo.

Además, el Sistema Nacional de Emergencias (Sinae) informó que en menos de 24 horas se duplicaron los casos y se rompió la barrera simbólica de los 2.500 infectados en un sólo día.

En concreto, se detectaron 2.682 casos nuevos y 19 muertos, y ambas cifras son récord desde que se detectó el primer caso en Uruguay.

También se llegó al máximo en cuanto a la de cantidad de gente cursando la enfermedad, con 14.418, y a su vez también se alcanzó el número más alto de personas internadas en terapia intensiva: 188.

Por ese motivo, el Ministerio de Salud Pública dispuso este jueves la suspensión hasta el 30 de abril de todas las cirugías programadas no urgentes en todo el país y tanto para prestadores estatales como privados, según la estatal Radio Uruguay.

El país acumulaba desde el comienzo de la pandemia 85.881 casos confirmados de coronavirus (1.669 en las últimas 24 horas), de los cuales 14.838 personas tenían la infección activa (188 estaban hospitalizadas, todas en terapia intensiva) y 810 murieron por la enfermedad, informó este jueves el Sinae.

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