Unos vecinos con más criterio y otros más exaltados coincidieron en expresar su malestar por convivir con el hombre de alrededor de 35 años que vive en el mismo edificio y este lunes los puso en vilo una vez más: dejó tres hornallas de la cocina y una estufa abiertas para que escapara el gas, y cerró la puerta de su departamento para que nadie pudiera entrar. Algunos de los habitantes del lugar, al sentir el olor característico, identificar de dónde provenía y no tener respuestas de su morador, cortaron el paso del fluido y de la energía eléctrica de todo el piso y dieron aviso a emergencias.
La cosa no pasó a mayores pero podría haberlo hecho en el edificio de 30 departamentos. El escape de gas estaba en el A del segundo piso de la torre ubicada en la esquina de España y Rioja. Fue el lunes a la tarde.
Uno de los vecinos más cercanos al 2A, con la ayuda de otro, tomó la decisión de cortar la llave de paso del gas de todo el piso. Lo mismo hicieron con el interruptor eléctrico general. Así minimizaron el riesgo tras fallidos intentos de ingresar al departamento. Contactaron al administrador del edificio y éste, a su vez, a un cerrajero. La cerradura principal de la puerta y dos trabas auxiliares estaban colocadas. Al entrar, minutos antes de las 19, no encontraron a nadie y suponen que el hombre que habita en soledad el lugar escapó por el balcón tras abrir los pasos del fluido.
Hubo una denuncia policial y el señalado como responsable de haber puesto en riesgo la vida de sus vecinos quedó detenido. Lo encontraron en Dorrego y San Luis, en ropa interior y en aparente pelea con otras personas. Quedó demorado en la comisaría 2a. El administrador del edificio, que se presentó como Marcelo, dijo que la madre del hombre apresado –y propietaria con su esposo del departamento– admitió que su hijo está bajo tratamiento ambulatorio por adicciones. También, que antes de este lunes había protagonizado altercados varios, que incluyeron rotura de bienes comunes de la torre
“Había mucho olor a gas y fui alertado por los vecinos que se autoevacuaron a la puerta del edificio. Cuando me acerqué, ya habían cortado el gas del departamento. Ingresamos con un cerrajero y la presencia de los padres del hombre”, que tiene entre 35 y 40 años, contó el administrador a medios radiales.
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