Policiales

EL 70%, DELINCUENTES COMUNES

Revelan que hay 51.262 prófugos en el país y el 10% es de “elite”


El Comando Unificado Federal de Recaptura de Evadidos (Cufre) reveló que la cifra de prófugos en todo el país alcanza a 51.262, de los cuales el 77 por ciento son argentinos y el resto de otras 87 nacionalidades.

El (Cufre) definió una estructura piramidal de evadidos cuya base está conformada por cerca del 70 por ciento de los prófugos, considerados comunes, un 20 por ciento de casos “complicados” y el resto (10 por ciento) de “élite”.

De esta manera, se conforma el total de los 51.262 prófugos registrados por el Sistema de Consulta Nacional de Rebeldías y Capturas (Conarc), según publicó Diario Popular.

La base Conarc se elabora con las comunicaciones que los tribunales realizan al Registro Nacional de Reincidencia de toda medida restrictiva a la libertad ambulatoria que se dicta en una causa penal, en cualquier jurisdicción del país.

Una buena parte de los prófugos comunes no sabe que tiene un pedido de captura, ya sea porque el abogado no les avisó, o bien la ignoraron.

Siguen con su vida habitual, haciendo trámites, no alteran su estilo de vida ni su domicilio y no están en actitud de fuga.

Para evitar el agobio y el desgaste que generan estas recapturas, en la cúpula del Cufre desarrollaron una estrategia de sensores y de comunicación entre distintas áreas para avisar y coordinar medidas inmediatas.

Con el 20 por ciento de los evadidos “complicados” se hace una labor más exhaustiva, de investigación, se trabaja con las fuerzas de seguridad y con autorización judicial.

Por resolución, el Cufre trabaja en tres parámetros: los condenados; las personas que tienen recompensa establecida por el programa que actualmente tramita el Ministerio de Seguridad, y la tercera opción es en casos complejos y a pedido de la Justicia.

En vacaciones, y los fines de semana largos, por controles propios se detectan más prófugos.

En época de veraneo, por ejemplo, Prefectura Naval (PNA), Gendarmería Nacional (GNA) y Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) elevan el pico de detenciones por el movimiento de gente.

La temporalidad depende también de qué porcentaje de esa pirámide se esté hablando.

Dentro del gran porcentaje están los vacacionales o los que viajan.

Los que se sitúan por encima de esa base de prófugos, eluden pasos fronterizos habituales, tienen mecanismos de disuasión, se mueven con documentos falsos.

“Es gente preparada en contra del sistema que quiere buscarlos y detenerlos. Algunos se mudan una vez por semana.

Hasta que se les acaba el circuito y empiezan a repetir los lugares”, explicó un vocero del Cufre.

La mayor cantidad de detenciones de estos casos complejos que forman parte del 20 por ciento se registraron “por la muerte de la mamá, cumpleaños de los hijos”.

En operaciones desde 2016, al Comando Unificado Federal de Recaptura de Evadidos (Cufre) lo integran cuatro mesas de trabajo, con cuatro efectivos de cada fuerza de seguridad, más la participación del Servicio Penitenciario Federal y un coordinador o Secretario Operativo.

Un grupo reúne información y chequea la base de datos de evadidos; otro, analiza la información y estudia al prófugo, su grado de complejidad, la situación judicial y si tras la fuga se abrieron nuevas causas penales; el tercero, operativo, aborda la cuestión judicial; y el cuarto, de control, hace el seguimiento del trabajo, mide tiempos y observa las trabas que surgen para resolverlas.

El Cufre responde al Sistema Federal de Comunicaciones Policiales (Sifcop) aprobado el 28 de septiembre del 2015 y se sustenta con el aporte de la Secretaría de Cooperación, los poderes judiciales, ministerios públicos y legislaturas.

Supervisa y activa lo relacionado con los prófugos para lograr su recaptura, pero no participa de esa acción.

Sólo reúne la información sobre los evadidos para que todos los entes del Gobierno que intervienen –tanto a nivel nacional como provincial o municipal– den el alerta sobre la fuga de los sujetos.

Antes de que el comando se pusiera en funcionamiento, las fuerzas de seguridad no compartían información sobre los prófugos.

“Lo que se busca es la interacción de los entes y organismos del Estado para lograr la detención de un prófugo, sin olvidarse de que son fuerzas distintas y que cada una tiene su idiosincrasia”, dijo un integrante del Cufre.

También coordinan con distintas dependencias de una misma fuerza cuando a alguien se lo investiga de manera paralela por distintos hechos.