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Retoque en el gobierno de Grecia calmó la Eurozona

El nombramiento de un nuevo ministro de Finanzas tuvo una rápida respuesta de Alemania y Francia.

El primer ministro griego, Georgios Papandreou, nombró ayer ministro de Finanzas a un ex rival en el seno del Partido Socialista (Pasok), Evangelos Venizelos, en busca de consenso para los nuevos ajustes exigidos por la UE y el FMI para salvar al país de la bancarrota.

La situación de Grecia –país de la Eurozona– tiene en vilo a los mercados, que dieron señales de alivio tras la veloz armonización de posturas alcanzada en Berlín, ayer mismo, entre la jefa del gobierno alemán, Angela Merkel, y el presidente francés, Nicolas Sarkozy. Por ejemplo, el euro cerró en alza en las principales plazas europeas.

Alemania y Francia quieren una “solución rápida” a la crisis, y concuerdan en que “el sector privado participe voluntariamente (en el rescate)”, dijo Merkel.

“Quiero insistir en ello, no hay ninguna base legal para una participación obligatoria”, agregó, en vísperas de la reunión que los ministros de Finanzas de la Eurozona celebrarán mañana en Luxemburgo para tratar la crisis griega.

Alemania planteaba hasta ahora involucrar en el plan, quisiéranlo o no, a bancos, aseguradoras y fondos de inversión, pero Francia y el Banco Central Europeo (BCE) se oponían a ello, por temor a un efecto contagio de ese eventual “default”.

Venizelos, quien se desempeñaba como ministro de Defensa, será también uno de los dos viceprimeros ministros griegos. Reemplaza en Finanzas a Georgios Papaconstantinou, desgastado por el plan de austeridad que puso en marcha en 2010 para satisfacer las demandas de la Unión Europea (UE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI).

El nuevo hombre fuerte, de 54 años, había desafiado en 2007 a Papandreou en la lucha por la dirección del Pasok.

Es un experto en temas constitucionales, que estuvo a cargo de la preparación de los Juegos Olímpicos de Atenas en 2004. Pero su nueva misión tendrá poco de deportiva: consistirá en hacer digerir la amarga poción de nuevos ajustes a un país castigado ya por más de dos años de recesión, recortes y alza del desempleo.

El nuevo gabinete será sometido a un voto de confianza parlamentario mañana, el mismo día de una reunión de ministros de Finanzas de la Eurozona en Luxemburgo para superar discrepancias sobre el plan de ayuda a Grecia.

Los nuevos ajustes –por unos 28.000 millones de euros (40.000 millones de dólares) escalonados hasta 2015– deben ser votados a fines de mes. Ese programa incluye alzas de impuestos y un plan masivo de privatizaciones.

Las medidas generan fuertes resistencias en la población y en las bases del Pasok. El grupo parlamentario socialista dispone de una exigua mayoría de 155 diputados sobre 300. Anteayer dos diputados renunciaron a sus escaños por desacuerdos con las medidas, aunque serán reemplazados por correligionarios.

El país se vio además semiparalizado el miércoles último por una huelga general –la tercera del año– y manifestaciones convocadas por los sindicatos y el movimiento de los “indignados”, creado bajo la inspiración del que en mayo se propagó por España, otro país de la Eurozona.

Los plazos apuran: el gobierno griego advirtió que se vería en la imposibilidad de honrar sus vencimientos de julio sin el desbloqueo del tramo de 12.000 millones de euros por parte del FMI y la UE, como parte del préstamo de 110.000 millones acordado el año pasado.

La mayoría de las bolsas europeas, que habían abierto a la baja, dieron señales de apaciguamiento tras las declaraciones de Merkel. El índice Footsie 100 de Londres subió un 0,28 por ciento, el Dax de Fráncfort un 1,05, el CAC 40 de París un 0,93 y el Ibex de Madrid un 1,58 por ciento.

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