Alvaro Arellano
El ministro de Producción santafesino, Daniel Costamagna, manifestó su optimismo ante la posibilidad de que se concrete una rebaja de las retenciones para las exportaciones de carne vacuna y lácteos, que pasaría del 9% al 5%. Se trata de dos sectores con un sustancial anclaje en la economía provincial.
El último anuncio del gobierno nacional sobre reducción temporal a las retenciones de bienes manufactureros, del campo y la agroindustria, dejó en suspenso el esquema impositivo para la carne vacuna y lácteos. Si bien ambos rubros no formaron parte las medidas iniciales, se espera que sean beneficiados por nuevos incentivos.
Para terminar de definir la rebaja, se está analizando qué impacto puede llegar a tener la iniciativa en los precios internos. Costamagna descartó que esto pueda ser una problemática para el sector frigorífico, ya que los cortes comercializados al exterior no son los que se consumen habitualmente en la mesa de los argentinos. En tanto que en el sector lácteo sostiene que podría ayudar a un sector que está atravesando serias dificultades.
La serie de medidas que viene tomando el gobierno nacional guardan relación con los objetivos propuestos por el Consejo Agroindustrial Argentino. Uno de ellos tiene que ver con que las exportaciones lleguen a los 100 mil millones de dólares anuales.
Sectores sustanciales
En ese sentido, el ministro de Producción, Ciencia y Tecnología de Santa Fe, Daniel Costamagna, reconoció a El Ciudadano que la reducción en las alícuotas para las carnes y los lácteos complementaría una política de incentivo que la provincia mantiene con el sector.
“Son dos sectores sustanciales para la provincia y en el esquema de desarrollo territorial”, señaló el funcionario y agregó que la posible disminución de las retenciones “va de la mano con las políticas de apoyo que estamos teniendo en referencia a procesos de transformación, a todo aquello que estimule la generación de alimentos proteicos”.
Desde Producción sostienen que pasar de un 9% al 5% en los derechos de exportación posibilitaría una mayor competitividad con mercados extranjeros y aceitaría el vínculo comercial con Chile y China, sobre todo en relación al sector frigorífico.
Al respecto, el encargado de la cartera productiva agregó: “Estamos muy expectantes y somos optimistas de que se produzca la rebaja. Hay que ser cuidadosos con el mercado interno, hay que cuidar el esquema de precios y que no se vea perjudicado el consumidor”.
Justamente ese fue uno de los motivos de discusión respecto a la viabilidad de la medida. La secretaria de Comercio de la Nación, Paula Español, pidió evaluar el impacto de una posible disminución de retenciones para la exportación de carnes y lácteos en el mercado local.
El propio Costamagna evaluó que la rebaja no se trasladaría a precios en el caso de la carne, ya que los cortes exportados no se consumen en gran medida en las mesas argentinas. Se trata de despachos congelados y envasados. Un 70% de esos envíos tienen a China como destino.
En relación con el sector lácteo, señaló que la medida puede inyectar dinamismo a una industria que atraviesa dificultades. “En la medida que podamos facilitar las exportaciones, posibilitaríamos que esas empresas hagan más viables sus proceso productivos”, sostuvo.
En el plan que presentó el Consejo Agroindustrial Argentino, figura como meta, además de los 100 mil millones de dólares anuales en concepto de exportaciones, la generación de 700 mil puestos de trabajo para el rubro agroindustrial. “Son sectores que generan muchos empleos, entonces es importante que podamos obtener un acuerdo para la rebaja”, señaló Costamagna a este diario.
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