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Repudian la reserva inaugurada por Macri en Campo de Mayo

Estela de Carlotto pidió la intervención de Naciones Unidas. La presidente de Abuelas de Plaza de Mayo señaló que “En la guarnición militar funcionaron, al menos, tres centros clandestinos de detención; allí permanecieron alrededor de cinco mil víctimas y donde nacieron más de 30 bebés


El presidente Mauricio Macri inauguró este viernes la Reserva Natural de Defensa creada por decreto en Campo de Mayo y Abuelas de Plaza de Mayo solicitó la inmediata intervención de Naciones Unidas, tras repudiar la iniciativa del gobierno.

El decreto 1056 fue publicado este mismo viernes en el Boletín Oficial y Macri encabezó horas después la puesta en marcha de la reserva emplazada en el lugar en el que funcionó uno de los mayores centros clandestinos de detención de la última dictadura.

El presidente afirmó: “Me propuse desde el primer día tratar de unir a los argentinos. En algunas cosas tenemos diferentes opiniones, lo que está bien, pero deberíamos dialogar más para lograr acuerdos positivos para todos”.
“En el cuidado del medio ambiente siento que estamos todos muy unidos, entendiendo la importancia y comprometidos”, afirmó el mandatario y destacó que el lugar “siempre será conservado, no como un hecho abstracto”.

La existencia de uno de los más grandes centros clandestinos de detención del país en ese predio de 8.000 hectáreas que comparten los municipios de San Miguel y Tigre durante la última dictadura militar no fue mencionada en el discurso presidencial, lo que motivó el repudio de los organismos de derechos humanos.

Abuelas de Plaza de Mayo repudió el decreto de Macri por considerar que “pone en riesgo la preservación de un espacio fundamental para la búsqueda de verdad, memoria y justicia sobre los crímenes de lesa humanidad cometidos por el Ejército argentino durante la última dictadura cívico militar”.

El organismo que encabeza Estela de Carlotto remarcó que “en la guarnición militar de Campo de Mayo funcionaron, al menos, tres centros clandestinos de detención; allí permanecieron alrededor de cinco mil víctimas y se estima que más de 30 bebés nacieron en esas dependencias durante el cautiverio de sus madres”.

En este contexto, Abuelas y otros organismos de derechos humanos realizaron el último jueves una presentación ante el Grupo de Trabajo sobre las Desapariciones Forzadas o Involuntarias y al Relator Especial sobre la Promoción de la Verdad, la Justicia, la Reparación y las Garantías de No Repetición de Naciones Unidas “solicitándoles que intervengan frente a esta situación”.

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