Luego de que se conociera la balacera en la parroquia María Reina donde doce balas calibre 9 milímetros perforaron el frente de la capilla y las puertas de colegio Paulo VI, de barrio Larrea, comenzaron a llegarle mensajes de apoyo y solidaridad al Padre Juan Pablo Núñez, quien denunció venta de drogas en la zona. El comunicado de la Unión de Empleados de Justicia de la Nación, UEJN, reza: “Nuestro repudio a esta lógica y práctica mafiosa, que apunta a generar terror y expandir su práctica de alienación y muerte”. También se sumó el Arzobispado de Rosario pidiendo a los fieles que recen por los autores del ataque.
La UEJN viene trabajando en distintos lugares del país acompañando, desde la presencia y el asesoramiento jurídico, la práctica de la Familia Grande Hogar de Cristo a través de los centros barriales, y aseguran que este tipo de ataques intimidatorios apunta a socavar la tarea que realizan.
“Necesitamos que todos los actores gubernamentales, judiciales y de las fuerzas de seguridad, que tienen la responsabilidad de actuar frente a estos hechos. asuman su deber y respondan con eficacia defendiendo a aquellos que luchan por la vida y para que no haya ni un pibe menos por la droga”, cerraba el mensaje.
Desde la Arquidiócesis de Rosario pidieron a las autoridades trabajar no sólo sobre los eslabones más débiles del narcomenudeo sino también sobre el circuito financiero que sustenta el narcotráfico y la distribución masiva de armas.
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