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Republicanos quieren saber cuál es la “real amenaza”

Piden que el joven nigeriano, autor del atentado fallido, sea juzgado por un tribunal militar y no civil.

La oposición republicana de Estados Unidos acusó ayer al gobierno de ese país de no explicitar a los ciudadanos la “real amenaza del extremismo islámico” y exigió que el nigeriano acusado de querer atentar contra un avión de pasajeros rumbo a Detroit sea juzgado por un tribunal militar.

Pete Hoekstra, el republicano de más alto rango de la comisión de Inteligencia de la Cámara de Representantes, dijo que la prensa debió llenar el “vacío” de información oficial sobre el ataque fallido del viernes y sobre la matanza ocurrida en noviembre en una base militar por un psiquiatra vinculado con un clérigo radical.

“Lo que es necesario ahora es que el pueblo estadounidense entienda que esta amenaza es real, que continúa, que está con nosotros desde hace casi 20 años, que no se va, y necesitamos estar a la ofensiva”, para identificar a extremistas y evitar futuros ataques, dijo el representante Pete Hoekstra.

Hoekstra expresó asimismo su convencimiento de que el nigeriano Umar Farouk Abdulmutallab, autor del ataque, debería ser juzgado por un tribunal militar.

Por su parte, el también republicano Peter King dijo que será más difícil para las autoridades “obtener información útil” del acusado si se le “proporcionan los derechos legales” que tienen los juzgados ante cortes civiles incluyendo la asistencia de un abogado.

Por otra parte, ayer el gobierno de Yemen reclamó que Washington no hubiera compartido sus temores sobre el joven nigeriano, información que hubiera justificado “ponerlo en una lista de vigilancia”.

El ministro de Información yemení, Hassan al-Lozy, confirmó que Umar Faruk Abdulmutallab vivió en Yemen durante dos períodos, un año entre 2004 y 2005, y entre agosto y diciembre de este año.

“No recibimos ningún aviso de los estadounidenses de poner a este hombre en una lista”, dijo al-Lozy. “Estados Unidos debería haberle dicho a Yemen de este hombre como lo ha hecho con otros”, añadió.

El ministerio de Relaciones Exteriores yemení, por su parte, informó que Abdulmutallab recibió una visa para entrar a ese país luego que las autoridades confirmaron que tenía “visas de varios países amigos”, incluido un visado para viajar a Estados Unidos, donde ya había estado.

En tanto, los coletazos tras el fallido ataque del estudiante nigeriano continúan escalando, también a nivel global.

En medio del remezón político que constituyó el hecho, ayer la secretaria de Seguridad de Estados Unidos, Janet Napolitano, debió admitir a la prensa que el sistema de seguridad aérea estadounidense falló.

“Nuestro sistema no funcionó en este caso”, dijo Napolitano, aunque matizó luego que el incidente se trató de “un individuo, literalmente, entre miles que viajan en miles de vuelos que ocurren cada año” y que en este caso el agresor “fue detectado antes de que ocurriera cualquier tipo de daño”.

El fallido ataque también tuvo repercusiones en Francia, donde el ministro del Interior, Brice Hortefeux, anunció que los datos personales de los pasajeros de avión serán transferidos a la Policía francesa para su control desde el mismo momento en el que se haga la reserva del billete.

La medida, explicó Hortefeux, pretende ser impulsada a toda Europa durante la presidencia española de la Unión Europea.

 París, además, propugna aportar esta información, en lo que respecta a vuelos de conexión, a los países de destino final.

Si bien las leyes antiterroristas francesas ya permiten estas transferencias de datos de pasajeros provenientes de países de riesgo –Irán, Afganistán, Pakistán, Argelia o Mali– Hortefeux quiere ampliar esta lista a otros 30 países.

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