Economía

Crisis sin fin

Renault confirmó el cierre de una metalúrgica

Los 160 operarios de la planta de fundición mantenían un acampe frente a las instalaciones tras cesar la toma pacífica “para evitar el vaciamiento”. La automotriz señaló la obsolescencia de la tecnología de la planta, las inversiones millonarias que habría que hacer en el actual contexto económico


Foto NA

La automotriz Renault Argentina ratificó este viernes su decisión de cerrar la fábrica Metalúrgica Tandil, aunque aceptó analizar una propuesta de continuidad realizada por la Unión Obrera Metalúrgica (UOM).

Los 160 operarios de la planta de fundición mantenían un acampe frente a las instalaciones tras cesar la toma pacífica “para evitar el vaciamiento” por el dictado de una conciliación obligatoria hasta el 6 de noviembre próximo.

Trabajadores de la firma dijeron a NA que están esperando el “milagro” de que Renault acepte buscar socios que generen nuevos clientes e inviertan en la fábrica cerrada en octubre, para reconvertirla y ponerla a producir nuevamente.

En una reunión en la delegación local del Ministerio de Trabajo, ejecutivos de Renault exhibieron balances negativos, pero se comprometieron a analizar la propuesta de la UOM.

Los balances mostrados por los directivos de la compañía señalaron la obsolescencia de la tecnología de la planta, las inversiones millonarias que habría que hacer en un contexto de crisis económica en el país y la posibilidad de un futuro margen de retorno en un plazo muy extenso.

“Empezamos el año con una proyección de ventas de un millón de autos para el total del mercado y ahora estamos pensando en 600.000, eso trae un elemento negativo más”, dijo el director de Recursos Humanos de Renault Argentina, Ludovico Martin.

Directivos de la firma de capitales franceses solicitaron tiempo hasta el 1º de noviembre para dar una respuesta, tras argumentar que les resulta más barato importar piezas de Brasil que producirlas en Tandil.

El cierre de la planta es un duro golpe para el distrito de 120 mil habitantes ubicada 360 kilómetros al sur de la ciudad de Buenos Aires, dado que no sólo quedarán desamparados unos 160 empleados directos sino también otros 50 de talleres satélites.

Al momento del cierre, la planta producía componentes en hierro gris, hierro nodular y aleaciones especiales para el mercado automotor, camiones, agrícola, vial, ferroviario, petrolero y minero.

Martin explicó que la reunión con los delegados de la planta y los dirigentes del UOM local fue “productiva porque aparecieron nuevos contenidos”, pero aclaró que la decisión de cerrar la firma sigue en pie.

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