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Por las nubes

Relevamiento en Rosario fijó en $18.757 el ingreso familiar básico

La cifra representa el costo de productos y servicios básicos. Subió un 3,48% respecto de abril y un 43,5% desde mayo de 2015.


Los aumentos en telefonía fija, en el boleto de colectivo, en taxis y remises, y en combustibles, sumados a nueva alzas en la carne, llevaron la canasta básica para una familia tipo en Rosario a 18.757 pesos con 30 centavos. Así lo midió en mayo el relevamiento de la asociación de usuarios y consumidores Centro de Estudios Sociales y Acción Comunitaria (Cesyac), que viene realizando el seguimiento en forma ininterrumpida desde hace 71 meses, es decir, a un mes de completar 6 años. Uno de los datos salientes de la nueva medición es que el mes pasado las subas de precios continuaron, pero fueron menores en los productos de consumo masivo y mayores en los servicios. El resultado es que la canasta subió casi un 3,5 por ciento de mes a mes –abril/mayo– y que para comprar lo mismo que se compraba en mayo de 2015, hubo que gastar un 43,5 por ciento más.

El trabajo del Cesyac releva 40 firmas, entre las que se encuentran comercios y empresas radicadas en la ciudad, las cuales fueron visitadas o encuestadas telefónicamente sobre los valores de 50 productos y 19 servicios.

Los resultados fueron los siguientes: el monto total del gasto de consumo del hogar de dos adultos y dos hijos menores debió gastar para subsistir 6.073,56 pesos en productos de consumo masivo, un 32 por ciento del total de la canasta básica de 18.757 pesos. El 68 por ciento restante, es decir 12.683,74 pesos se los llevaron los servicios básicos para el hogar.

En resumen, la sumatoria total de productos y servicios que debió comprar esta familia, varió porcentualmente en promedio un 3,48 más con respecto a abril, el mes anterior. El salto se explica en las alzas en telefonía fija (192 por ciento), transporte urbano de pasajeros (26,98 por ciento), taxis (25,48 por ciento), comestibles envasados (11,59 por ciento) carnes (8,25 por ciento) y combustibles (5,02 por ciento), entre otras subas con menor impacto proporcional en la canasta o menor variación de precios.

Como dato, y aunque en mínima proporción, el estudio relevó bajas: 1,27 en frutas y verduras, circunstancia que normalmente se explica en factores estacionales aunque con impacto mayor, pero también en bebidas y productos de limpieza.

El relevamiento toma primeras y segundas marcas en productos de consumo masivo regular, como el caso del arroz, el azúcar, el aceite, galletitas, huevos, manteca, leche, hamburguesas, yerba y, lógicamente, pan. En carnes toma lo más común: la merluza en cuanto a pescados, el pollo, un par de cortes vacunos de valor medio y picada. También toma artículos de limpieza lógicos, como jabón para el cuerpo, para la ropa, champú, papel higiénico, lavandina, dentífrico. Ese conjunto, con algunos pocos productos más –por ejemplo en frutas y verduras toma sólo una decena, que es la que se consume en prácticamente el ciento por ciento de los hogares, y entre las bebidas toma tres gaseosas, jugos concentrados y vino de mesa, en envase tetrabrik, es decir, los más baratos.

“Esta medición nos permite difundir precios de productos para tener una referencia, y también promediar las subas y bajas en los distintos productos y servicios que componen una canasta en base a iguales puntos de relevamiento. Mayo fue un mes que no varió demasiado en lo que hace a alimentos y artículos de primera necesidad, pero en servicios siguió repercutiendo fuerte”, analizó el titular del Cesyac, Juan Marcos Aviano.

Y advirtió: “Tenemos una situación que no termina de frenarse, y que hizo también disparar la comparación interanual, la cual superó el 43,5 por ciento entre mayo 2015 y mayo 2016”.

A falta de Indec…

“Al momento de la finalización de este informe no han sido publicados los parámetros estadísticos nacionales del Instituto Nacional de Estadística y Censos para el mes de mayo”, aclara el informe de la ONG que encabeza Marcos Aviano.

El “apagón” del Indec no dificultó, sin embargo, el relevamiento, que además de los precios tomó en consideración el índice de confianza del consumidor (ICC) como parámetro de coyuntura: según Cesyac, el ICC cayó nuevamente en mayo respecto de abril, el 1,2 por ciento. Y en relación al mismo mes del año pasado, un 22,4 por ciento.

El informe completa que, entre los distintos indicadores que componen el ICC, el apartado de bienes durable e inmuebles la confianza cayó un 13,9 por ciento, mientras que en el indicador de situación macroeconómica, creció un 3,1 por ciento respecto abril pasado.

El ICC es elaborado por la Universidad Torcuato Di Tella.

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