El partido ante Estudiantes sirvió, entre otras cosas, para ver en acción a algunos de los jugadores que se incorporaron para esta temporada.
Tal cual sucedió en la pretemporada, Ricardo Noir volvió a ser de lo más destacado de Newell’s. Puso toda su velocidad al servicio del equipo y fue un tormento para la defensa de Estudiantes. Por eso recibió muchas faltas (seis en el primer tiempo) e hizo amonestar a Leandro Desábato. Además, el entrerriano le agregó una alta cuota de compromiso a su juego, presionando la salida de rival y retorciendo hasta el mediocampo. Víctor Figueroa jugó un partido intermitente. Al volante le faltó mayor continuidad en su juego, pero cuando se asoció con Lucas Bernardi apareció lo mejor del equipo. La sensación es que puede dar mucho más y erigirse en el conductor de calidad que el equipo necesita.
El paraguayo Marcos Riveros entró para ayudar en la contención. Arrancó perdido y cometió un par faltas, pero después se acomodó y hasta se animó al traslado de la pelota. Y Víctor Aquino pudo haber cambiado la historia del encuentro con esa última definición que pasó rozando el palo. La primera pelota que tocó fue un pase en cortada para Cristian Díaz. Después intentó un remate desde lejos y al final eligió definir contra el palo más lejano, pero su remate se fue afuera.
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