“Los nuestros son números reales y si los damos a conocer es porque antes los corroboramos”, así resumió Narciso Canteros el debate que se abrió las últimas horas sobre la cantidad de obreros muertos en la industria de la construcción durante 2010. La lista que presentó la ONG que conduce, Manos a la Obra, registra 17 víctimas fatales en Rosario, cuatro más que las que contabiliza la sede local de la Cámara Argentina de la Construcción. “Se deben a obreros que murieron en el hospital, tras varios días de internación, por un accidente en la obra en que trabajaban o, mejor dicho, por una irresponsabilidad de los empresarios que dirigían esas obras”, explicó el albañil sobre la diferencia de cifras. Y adelantó que su organización investiga denuncias sobre otras muertes “ocultas” aún no denunciadas que, en al menos un caso, involucran una megaobra de la zona ribereña.
Con los cuatro obreros que según Manos a la Obra no fallecieron en su trabajo aunque sí a consecuencia de accidentes ocurridos en las obras, y que por lo tanto no figuran en el registro de la Cámara Argentina de la Construcción, suman 17 víctimas fatales, que constituyen la cifra anual más alta que se ha denunciado durante la última década (en 2000 se habían informado 16 decesos). La ONG que dirige Canteros informó estas cifras en el marco de su tercera campaña de prevención de accidentes en la construcción. En ese contexto, además, la agrupación inauguró un sitio web donde próximamente comenzará a publicar un mapa de la inseguridad en el sector, junto a un mail para denunciar a las empresas que no cumplan con las medidas de seguridad que ordena la ley tanto para trabajadores como para peatones.
Canteros confió además a El Ciudadano que está “en plena investigación” la denuncia sobre la presunta muerte de un trabajador en una de las obras más imponentes de la costa local. “De confirmar estas sospechas, que a su vez los rumores indican que se habría entregado dinero a los familiares del obrero extranjero –presumiblemente paraguayo– para silenciar el caso, sería una denuncia contundente”, aseveró el defensor de los obreros sobre las versiones que por otra vía también acercaron a esta redacción.
Rubén Llenas, representante local de la Cámara Argentina de la Construcción, había mencionado que respecto de los accidentes registrados en 2010 “la mayoría se han producido en silos forrajeros, una actividad emparentada con la construcción” pero ajena a la entidad que dirige. A la vez, el empresario redireccionó cuestionamientos al enfatizar la existencia de “construcciones privadas en barrios que ni siquiera están declaradas y donde se han producido al menos dos o tres accidentes fatales”. Y especificó que en estos casos se trataría de particulares que contratan refacciones en sus casas y “que no denuncian en el municipio la actividad ni ponen el cartel de obra” reglamentario. “Es imposible para nosotros o algún otro tipo de control llegar hasta allí”, advirtió el dirigente empresario.
Sobre la seguidilla de denuncias realizadas por precarización laboral y falta de medidas de seguridad, Canteros dijo con orgullo que “la lucha no es sólo de Rosario, hay trabajadores de muchas localidades aledañas que se pusieron de pie ante el reclamo y la defensa de sus derechos”. Y siguió: “No olvidemos que acá estamos hablando de seres humanos y de 17 vidas que se perdieron en Rosario en todo un año. Esto es inaudito, no podemos seguir contando otras muertes, mientras tanto el Estado continúa ausente”.
Sobre esta mención, el albañil remarcó que en la campaña de prevención de accidentes en obras realizada por su ONG en 2009 “hubo un aval del municipio importante y se atacó la problemática en un sector muy amplio”. Luego, se quejó de la merma del respaldo oficial: “El año pasado no tuvimos la aprobación del proyecto, por ende debimos dejar de lado las campañas masivas y volvimos al trabajo artesanal, que es el que nos caracteriza desde hace años, y allí obtuvimos el pico de fatalidades”.
Geografía de los irresponsables
El sitio web en construcción de la ONG (www.sosmanos.com.ar) tendrá a su vez la posibilidad de recibir denuncias de trabajadores y ciudadanos en general sobre aquellos emprendimientos que no presenten las medidas adecuadas de seguridad generales o bien que afecten, de una manera u otra, a los vecinos linderos. “Así como hay un mapa que muestra la inseguridad ciudadana, también habrá uno que detallará con puntos rojos en cada manzana de la ciudad aquellas obras que presenten algún tipo de inconvenientes. No daremos nombres de las empresas a cargo de cada emprendimiento, pero sí colaboraremos, como sociedad, a que se condene a quienes no cumplan con las normativas”, advirtió Canteros.
Hasta el momento, Manos a la Obra contabilizó unas 300 muertes de obreros en plena actividad desde 1998, cuando comenzó con la presentación de las listas anuales en reclamo de mayor seguridad laboral. “Son 300 muertes y hasta ahora no hay un solo condenado, todos los empresarios acusados han sido procesados, pero la muerte de un obrero no se ha pagado con la cárcel”, dijo ofuscado el dirigente. “Es más –agregó como reproche– los responsables de la obra que hoy se realiza en inmediaciones del Parque de España tiene dos muertes en su haber y, sin embargo, la provincia les sigue adjudicando obras. Es una vergüenza”.
Se va la tercera
El miércoles último, Canteros y equipo lanzaron la tercera campaña de concientización y prevención de accidentes en obras. “El incumplimiento y la improvisación matan, los obreros estamos desprotegidos ante las grandes construcciones que la gente observa” sostuvo, indignado, el dirigente. A su vez, acusó falta de capacitación para las distintas etapas de una obra en construcción y agregó: “La mayoría de los accidentes se dieron en altura, esto no se resuelve poniéndoles un arnés y nada más”. Paralelamente, no sólo de cuestiones de seguridad trata la campaña, también reclama medidas de higiene y atenciones básicas, como baños e indumentaria (ver aparte).
“Estamos más solos que indios malos” lamentó Canteros. “Con esta campaña seguiremos apretando un poco de la cuerda de los empresarios para que sepan que trabajan con vidas humanas y que a fin de año no lleguemos a lamentar otras 17 muertes”, concluyó.