Como broche de oro y con la misión y el objetivo de coronar un año de crecimiento en el Futsal rosarino, se entregaron los premios IFK a los protagonistas destacados del deporte en la ciudad.
Luego de un nuevo año de esfuerzos y logros, llegó el momento de descansar y disfrutar, hubo premios para todos: jugadores, entrenadores, dirigentes, delegados y árbitros. Además, fueron agasajadas todas las categorías, desde inferiores hasta veteranos en masculino, sumando también a la rama femenina de la disciplina.
La jornada, celebrada el pasado sábado en un conocido predio de canchas de zona norte, comenzó con un torneo de sexta falta. Sebastián Rico, jugador y bicampeón con la categoría veteranos de Banco Nación se consagró como el mejor ejecutante de este tiro libre, llevándose para su club un juego de pecheras. Martín Solzi de Usar, fue quién se coronó como segundo en este torneo, del que participaron más de 20 jugadores de todas las instituciones rosarinas.
Tanto en la competencia, como en la entrega de trofeos, se disfrutó un ambiente de camaradería entre los distintos clubes presentes.
Llegada la hora de los galardones tomó la palabra Facundo Ysasa, director de Cuna del Futsal, quien agradeció a los presentes y a la Asociación Rosarina de Fútbol por sus constantes esfuerzos en pos del crecimiento del deporte, dejando en claro que hay todo un equipo detrás de la difusión del futsal rosarino.
Carlos Benítez, coordinador del Concejo Auxiliar de Futsal, se sumó a los agradecimientos y comenzó a repartir los primeros premios de la jornada. Mariela Trinidad (Rowing), Mauricio López (Rosario Central) y Alfonso Alberti (Libertad) recibieron distinciones por su labor como delegados y dirigentes en sus respectivos clubes.
Franco Magnano fue premiado como mejor dirigente del año por su tarea como coordinador del futsal en Newell’s, club que podría disputar el certamen de AFA a partir del año que viene.
Luciano Tessandori y Aldana Arrieta fueron homenajeados como mejores árbitros, así como también recibió una distinción Cristian Ferreyra como coordinador arbitral. Magalí Pérez fue también otra de las recompensadas por su trabajo incansable para la Asociación.
De cara a lo deportivo, fueron reconocidos los capitanes campeones de las divisiones inferiores, veteranos y femeninos. Ellos, al igual que el resto de los presentes, recibieron su ejemplar de la sexta edición de la revista Cuna del Futsal, revista repartida en más de 35 clubes y 150 puntos e lectura.
Defendiendo los tres palos, Diego Brizzi (Rosario Central) e Ignacio Galacho (El Luchador) fueron premiados como las vallas menos vencidas de Primera y Segunda División respectivamente.
En la otra cara de la moneda, Martín Solzi (Unión Sionista) y Franco Rosales (Parquefield) recibieron el premio opuesto, al ser quienes más tantos convirtieron en dichos certámenes.
Sin salir de los goles, quién recibió el galardón al mejor tanto del 2017, votado por la gente, fue Mariano Sabia (Newell’s), que también recogió su remera y trofeo, al haber sido votado uno de sus goles en la final del Torneo de Verano como el más lindo del año.
Santiado Di Mauro, como no podía ser de otra manera, fue gratificado como entrenador destacado, elegido en este caso por sus colegas de primera división. Santiago, fue el DT campeón del Clausura con Jockey Club.
No sólo individuos sino clubes fueron premiados. Es así que el Club Atlético Horizonte y el Club Teléfonos Rosario recibieron también juegos de pecheras al haber sido elegidos como los equipos Fair Play de primera y segunda división.
El premio a mejor jugador rosarino y orgullo de la ciudad cuna de la bandera en el mundo fue para Luciano Avellino (Kaos, Serie A italiana), que venció así a los otros ternados: Gerardo Battistoni (Latina, Serie A italiana) y Tomás Tavella (Barracas Central, AFA).
Por último, en el cierre de la ceremonia, Kevin Garmizo recibió bajo una lluvia de aplausos el trofeo por ser el mejor jugador en el ámbito local. El jugador de Unión Sionista, revalidó la distinción que había obtenido el año pasado. Esta vez, fue tras vencer a su compañero de equipo Martín Solzi y a Patricio Cattaneo, jugador de Jockey.
El futsal rosarino, tuvo la fiesta que se merecía en un clima de compañerismo, que, sin lugar a dudas, va a ser el necesario para que el 2018 traiga consigo más crecimiento.
