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Recompensa por paradero

Casi un año después de que 13 presos se fugaran de la cárcel de la localidad bonaerense de Ezeiza, dos de ellos continúan prófugos. El Ministerio de Justicia y Derechos Humanos ofrece una suma millonaria a quien aporte información sobre ellos.


Dos de los 13 presos que hace casi un año se fugaron del Complejo Federal de Ezeiza a través de un boquete que hicieron en las paredes, continúan prófugos. Por datos certeros ellos se ofrece una recompensa de hasta un millón de pesos.

Se trata de Mario Enrique Bagnera y de Martín Alejandro Espiasse Pugh, quienes desde el 20 de agosto de 2013 permanecen prófugos.

Espiasse Pugh, de 35 años, nació en Chubut. Fue detenido en 2007 en Mendoza y condenado por robo con armas bajo el apellido de Lagos González, por el cual también es conocido. Estuvo prófugo por el crimen de dos policías, cometido el mismo año en Chubut.

Por su parte, Bagnera, de 40 años, vivía en el partido bonaerense de Moreno. Estaba detenido desde el año 2012 y procesado por varios delitos graves.

La mayoría de los detenidos que se fugaron compartían el pabellón B del módulo 3, y casi todos estaban condenados por delitos graves, como homicidio, secuestro y robo a mano armada.

La investigación que se abrió tras la fuga determinó que los reos realizaron un boquete de 22 por 40 centímetros en una de las celdas del pabellón para lo cual cavaron un túnel y rompieron casi 30 centímetros de hormigón.

Las primeras recapturas fueron las de José Durán, de 37 años, y Claudio Ortiz, de 32, que ocurrieron a las pocas horas de la fuga; y la de Cristian Espínola Cristaldo, condenado a 18 años de prisión por el crimen del periodista y líder comunitario boliviano Adams Ledesma Valenzuela, de la Villa 31 bis del barrio porteño de Retiro.

Una semana después otros dos prófugos, Leonardo Antonio Salto y Luis Alberto López, fueron detenidos en la localidad bonaerense de Morón. Salto, de 31 años, estaba detenido desde 2006 y procesado por el delito de “robo” y “privación ilegal de la libertad”; mientras que López, de 28 años, estaba procesado desde 2012 por el delito de “robo con armas”.

Marcos Ezequiel Sánchez, otro de los prófugos, volvió a la cárcel el 5 de septiembre al ser detenido junto a otros dos delincuentes por el robo de las cajas de seguridad de un banco de la localidad de Martínez. Sánchez estaba detenido desde 2011 y procesado por ser coautor del delito de “robo con arma en concurso ideal con secuestro extorsivo calificado por el número de personas”.

Un mes después, el 8 de octubre, Luciano Javier Campo, de 35 años, fue recapturado en Villa Lugano cuando estaba por salir a robar con un amigo. Estaba condenado a 20 años de prisión por “homicidio agravado” y fue uno de los tres delincuentes que en 2001 asaltó el Banco Itaú del barrio porteño de Flores, donde se tomaron como rehenes a unas 60 personas, se tirotearon con la Policía y una mujer embarazada resultó baleada.

El 8 de noviembre, Jonathan Páez, de 23 años, fue recapturado en la localidad de Gregorio de Laferrere, cuando estaba en una estación de servicio durante un operativo realizado por la Policía de Seguridad Aeroportuaria. Estaba detenido desde 2012, procesado por los delitos de “encubrimiento, resistencia a la autoridad y portación de arma de guerra”.

El 10 de enero de este año, uno de los ideólogos de la fuga cayó muerto en un enfrentamiento con la Policía en la ciudad brasileña de Foz de Iguazú. Se trata de Renato Dutra Pereira, alias Renatinho, quien tenía 27 años, y de quien la Policía sospechaba que había formado una superbanda dedicada al robo y operaba en la zona de la Triple Frontera.

El 23 de enero pasado, la policía bonaerense recapturó a Alberto Manuel Freijo en la zona de La Matanza. Llevaba con él 500 gramos de cocaína lista para su venta.

La última detención ocurrió el pasado 14 de junio, cuando Thiago Ximenez, de 29 años, cayó en la zona de la triple frontera cuando intentaba robar un camión de caudales junto a otros dos delincuentes. Ximenez cumplía condena por “robo con arma de fuego apta, privación ilegitima de libertad agravada y portación ilegal de arma de guerra”, y en el año 2007 se había fugado del penal de Resistencia, Chaco, y había sido enviado a seguir con la condena al complejo de Ezeiza.

El Ministerio de Justicia y Derechos Humanos ofrece un millón de pesos para quien pueda brindar datos útiles y sirvan para dar con los paraderos de los dos prófugos que aún faltan recapturar.

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