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Caso Medina-Pérez Castelli

Rechazan archivar sonado doble crimen

Jueza Rodenas y fiscal de Cámaras Iribarren desestimaron pedido de Covani. El expediente nunca tuvo imputados.


La investigación por los asesinatos de Luis Medina y Justina Pérez Castelli, acribillados a balazos el 29 de diciembre de 2013 en el acceso sur a la altura de Ayolas, lleva dos años y medio de instrucción. Hubo variadas líneas investigativas aunque no se logró la identificación de los autores. En ese contexto el fiscal Carlos Covani solicitó el archivo de la causa al entender que no hay elementos probatorios verosímiles para imputar a persona alguna por el doble crimen. El pedido se realizó la semana pasada y recayó en manos de la jueza Alejandra Rodenas, quien no  comulgó con la solicitud y corrió vista a la fiscal de Cámaras María Eugenia Iribarren. Esta funcionaria decidió, en acuerdo con la magistrada, ordenar a otro subordinado, Marcelo Vienna, continuar con el impulso del caso. Iribarren consideró que no pueden bajarse los brazos en una causa que tiene trascendencia y relevancia en la historia de la criminalidad local, por lo que opinó que hay que agotar la investigación para que no quede impune.

Carlos Covani es el fiscal asignado al caso. A partir de entonces fue el funcionario que trabajó en la causa. Hubo diversas líneas investigativas que no llegaron a los asesinos.

Intervenciones telefónicas, testimoniales, informes periciales que no lograron profundizar en probables autores. Hace algunas semanas Covani fue traspasado al nuevo sistema penal, aunque con carga de trabajo del sistema conclusional. Uno de esos expedientes fue el doble crimen de Medina y Pérez Castelli.

El fiscal ya evaluaba solicitar el archivo, lo que en términos jurídicos significa que no causa estado. Ello implica que el archivo es revocable ante cualquier variación en las circunstancias tenidas en cuenta al momento de su dictado. Covani evaluó que, a pesar de la producción probatoria y de la profundización de las más variadas hipótesis, no se logró determinar la identidad de los responsables. Incluso en la causa no hubo indagatorias. Con este fundamento el fiscal presentó ante la jueza Rodenas el pedido de archivo. Pero la magistrada no compartió el criterio fiscal y echando mano al Código de Procedimientos remitió el requerimiento a la fiscal de Cámaras María Eugenia Iribarren, quien a su turno discrepó con el pedido de Covani, por lo que el expediente continuará abierto en instrucción con el fiscal Marcelo Vienna al frente.

Según Iribarren, en octubre del año pasado la Fiscalía de Cámaras había designado a Marcelo Vienna como co fiscal y aclaró que este funcionario solicitó –alrededor de dos meses atrás– una serie de medidas, entre ellas testimoniales y periciales. Este pedido tenía que ver con el cierre de algunas cuestiones que con el correr de la pesquisa quedaron en el aire, aunque no echaban luz sobre posibles autores.

La funcionaria explicó que, ante el pedido de archivo, dio instrucciones a Vienna para que continúe con la investigación. Su decisión se vinculó con la trascendencia y relevancia de este doble homicidio en la historia de la criminalidad rosarina. Es que Medina había encabezado la apertura de la franquicia local del boliche Esperanto, que naufragó a poco de comenzar por la oposición de vecinos, y a la vez era vinculado con el narcotráfico. A la vez, cuando ocurrió el doble crimen la jueza en turno era María Luisa Pérez Vara, quien por su actuación en este caso terminó procesada por incumplimiento de deberes.

En este marco, la fiscal de Cámaras concluyó que hay que agotar la investigación. “No se puede bajar los brazos y que quede impune” resaltó. Iribarren sostuvo que esta causa nunca perdió vigencia y se realizan medidas permanentemente, criterio que discrepa con el del fiscal natural del expediente, quien entendió agotada la pesquisa y prefirió solicitar el archivo antes que continuar con un desgaste que hasta el momento no dio resultados.

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