Ni antes ni después, justo a tiempo. El parate le vino a Central como una bendición. Es que el equipo del Chacho se quedó sin nafta y necesita recargar energías para encarar lo que viene. El receso le llegó justo a tiempo. El desgaste hecho en estos 45 días de competencia se notó y mucho ante Sarmiento.
Central es el único equipo de los que juegan doble competencia que es líder en el ámbito local y hoy está dentro de los que clasifican a la Libertadores. Claro que este presente dejó su huella en lo físico y es por eso que el plantel necesita descansar.
El Canalla cuenta con una buena plantilla de futbolistas, pero lejos está de tener dos equipos. Jugadores jóvenes, la mayoría. Futbolistas con lesiones traumáticas, cuya recuperación es mayor que las musculares. Todo esto hizo un combo que necesita desarmarse para continuar con lo que viene.
El parate le servirá al cuerpo técnico para acomodar algunas ideas futbolísticas, algunas intenciones de juego que por el cansancio estuvieron presentes pero sólo a cuenta gotas en los últimos encuentros producto del cansancio acumulado. Pero en lo que más le servirá será en recuperar a jugadores como José Luis Fernández y Cristian Villagra, además de no extrañar tanto a Marcelo Larrondo quien tendrá para un poco más de tiempo. Y para que otros, los menos, terminen de engranar en el juego que pretende el entrenador, como es el caso de Rodrigo Battaglia.
El Canalla necesitaba descansar. Por eso no hay dudas de que el receso le llegó en el momento justo, ni antes ni después. Para Central el parate en las dos competencias no es más que una bendición.
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