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Conmoción política

Rafecas investigará la denuncia de Nisman contra el gobierno

Tras idas y vueltas, la Cámara Federal porteña ordenó que el juez analice el supuesto encubrimiento en la causa Amia.


La denuncia del fiscal Alberto Nisman contra el gobierno nacional por un supuesto intento de encubrir a los ciudadanos iraníes sospechados por el atentado contra la Amia deberá ser analizada por el juez federal Daniel Rafecas, según le ordenó ayer la Cámara Federal porteña.

El tribunal terminó de este modo con el conflicto de competencia entre jueces federales para tomar la denuncia del fallecido fiscal de la causa Amia y dispuso que el expediente permanezca en el Juzgado Federal 3, a cargo de Rafecas.

La resolución rechazó los argumentos presentados ayer por el juez federal Sebastian Ramos, quien interinamente reemplaza a Rafecas hasta el 20 de febrero, para deshacerse de la causa.

Ramos pretendía que la denuncia volviera al juzgado del juez federal Ariel Lijo, a donde había sido presentada por el propio Nisman antes de morir. Lijo había enviado la denuncia a la Cámara para que fuera sorteada, tras entender que no tenía relación con la causa por el encubrimiento al atentado a la Amia que él lleva en su juzgado, por la cual fue procesado, entre otros el ex presidente Carlos Menem.

La Cámara resaltó que tanto Ramos como el juez Lijo, que se declaró incompetente días antes, coinciden en que la denuncia de Nisman y la causa por encubrimiento que iría a juicio oral en el segundo semestre de este año “resultan en principio desvinculables entre sí”.

La resolución de Cámara sostiene que aún es prematuro establecer ese nexo dado que “a la fecha no se cuenta con el requerimiento fiscal de instrucción que delimite el objeto procesal y permita conocer la dirección de esta investigación”.

Ese paso le correspondería darlo ahora al fiscal Gerardo Pollicita, ya que para que la denuncia de Nisman prospere y el juez Rafecas encare una investigación criminal, la Fiscalía debería requerirlo por entender que está constituido el delito denunciado.

Nisman denunció el pasado 14 de enero una “confabulación criminal” para encubrir a los presuntos autores iraníes del atentado a la Amia de 1994, y pidió que Lijo imputara a la presidenta Cristina Fernández y al canciller Héctor Timerman, entre otros.

En aquellos días, la jueza de feria María Romilda Servini de Cubría rehusó abrir la feria para considerar la denuncia aduciendo que no reunía condiciones de urgencia para ello, algo que le resultó “lógico” al propio Nisman según él mismo lo explicó en declaraciones televisivas.

Tras la muerte de Nisman, y luego de que se hiciera público el contenido completo de la denuncia, calificados juristas, como el ex integrante de la Corte Suprema Eugenio Raúl Zaffaroni y el procesalista Julio Maier consideraron que se trataba de una denuncia genérica y sin delitos concretos.

Apenas se reanudó la actividad tribunalicia, el lunes último Lijo elevó el expediente a la Cámara sin esperar dictamen fiscal por entender que el presunto delito no era de su competencia.

Lijo sostuvo que “de la lectura de los hechos que conforman la denuncia (de Nisman) resulta notoria la diferencia existente con el objeto procesal de la causa que tramita ante este tribunal”.

En su juzgado federal se tramitaron los encubrimientos por el atentado de 1994 y ya fueron enviados a juicio oral Carlos Menem, el ex jefe de la Side, Hugo Anzorreguy, y al entonces titular de la Daia, Rubén Beraja, entre otros.

La Cámara Federal resorteó el mismo lunes la causa, que recayó en el juzgado 3, cuyo subrogante Ramos devolvió ayer el expediente y se declaró también incompetente para considerar la denuncia presentada por Nisman cuatro días antes de aparecer muerto de un balazo.

En su escrito, y en un intento de devolver la causa al juzgado de Lijo, Ramos admitió que si bien “no podría vincularse en principio directamente un expediente con el otro, se trataría de hechos delictivos tendientes a desviar la investigación de una de las causas de mayor trascendencia en el fuero”.

En virtud de ello, consideró que se impondría “que esta nueva pesquisa sea llevada adelante por el mismo magistrado que ya conoce en el hecho anterior”.

Irurzun terminó con el ida y vuelta al considerar que el argumento de Ramos “no satisface las exigencias mínimas requeridas para afirmar la conveniencia de que ambas pesquisas tramiten bajo la esfera de actuación de un mismo magistrado, máxime cuando a la fecha no se cuenta con el requerimiento fiscal de instrucción que delimite el objeto procesal y permita conocer la dirección de esta investigación”. Ahora, la papa caliente la tiene Rafecas.

Ahora la fiscal Viviana Fein suspendió sus vacaciones

La fiscal de instrucción Viviana Fein, quien investiga la muerte de Alberto Nisman, decidió ayer suspender las vacaciones que se iba a tomar a partir del próximo 18 de febrero, luego de las críticas que recibió de parte del gobierno y de la oposición.

Así lo anunció el fiscal ante la Cámara del Crimen Ricardo Sáenz, el mismo que la había autorizado a salir de vacaciones por quince días, tal como tenía programado antes de la muerte de Nisman.

Luego de que trascendiera que dejaría por dos semanas la investigación del caso, en la que sería reemplazada por dos fiscales, Fein recibió críticas de distintos sectores políticos y finalmente terminó por dar marcha atrás.

Antes de que se conociera la suspensión de sus vacaciones, el secretario general de la Presidencia, Aníbal Fernández, había considerado que debía cancelar el receso, teniendo en cuenta la importancia de la causa que tiene a cargo. “Sería aconsejable que no se fuera de vacaciones porque estamos en el medio de una investigación que preocupa a todos los argentinos, que nos tiene con vocación de resolverlo cuanto antes”, manifestó Fernández en declaraciones a la prensa.

A la vez, el funcionario rechazó las apreciaciones del fiscal Sáenz, quien había manifestado que a Fein la querían “sacar de la causa”.

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