Policiales

Caso Lorena Antivero

Rafaela: un calvario que culminó en femicidio

El 12 julio de 2017 la encontraron asesinada en un departamento de pasillo. Un año después fue detenido y acusado un hombre de 41 años, su ex pareja. Durante la audiencia se reveló la escalada de violencia que sufrió la joven y que derivó en su asesinato


Lorena Antivero. Foto: Facebook

Lorena Vanina Antivero tenía 37 años y vivía en un humilde departamento de pasillo en la ciudad de Rafaela, departamento Castellanos. El 12 julio de 2017 la encontraron asesinada. Un año después el caso tiene a un acusado en el banquillo, de 41 años y ex pareja de Lorena, quien este miércoles quedó detenido en forma preventiva tras una audiencia imputativa en los tribunales rafaelinos en la que se reveló el calvario que sufrió la mujer previo a su asesinato. Lorena era de San Cristóbal, una ciudad distante a 100 kilómetros de Rafaela. Hacía varios años se había mudado a la llamada Perla del Oeste, donde vivía con sus mascotas, y se dedicaba a la venta de joyería por catálogo en internet, como lo mostraban sus publicaciones en el grupo de Facebook MasPocoVendo. En los días previos al femicidio, familiares intentaron comunicarse con ella hasta que hicieron una denuncia. Les pareció raro que Lorena no respondiese los mensajes y las llamadas. También les llamó la atención que no posteara más en Facebook. Cuando golpearon la puerta de su casa, nadie atendió.

Desde un principio los investigadores tuvieron en la mira a Ramón Alberto Palavecino, pareja de Antivero, detenido el 1º de julio pasado. Tuvo que pasar un año para que la Justica recolectara prueba de peso para lograr acusarlo, a partir de allanamientos, intervenciones telefónicas, informes técnicocientíficos, restos biológicos, muestras halladas en el interior del domicilio de la víctima, aparatos celulares secuestrados, y las llamados entre la víctima y el imputado, sumado a las entrevistas con allegados.

Este lunes, durante la audiencia imputativa, a cargo del fiscal Martín Castellano, se reveló el calvario que sufrió Lorena durante los meses previos a su asesinato. “La situación de violencia extrema sufrida por Lorena no se trató de un acto aislado, sino del corolario de distintos episodios de violencia de género previos, desplegados por el sometimiento y maltrato constante”, dijo el funcionario a cargo de la acusación.

Menoscabo y desprecio

El 23 de marzo de 2017, publicó el portal Rafaela Noticias, el imputado le pidió a Lorena Antivero que esa noche debía salir a ejercer la prostitución y tenía que entregarle parte del dinero que recaudase como una devolución de todo lo que él había gastado por ella desde que vivían juntos. Si no lo hacía, la mataría. Momentos más tarde, el imputado le dijo que se acostara con él ya que lo hacía con otros al prostituirse. La joven salió de la casa hizo la denuncia en la Policía.

Cuatro días más tarde, después del mediodía, Ramón Palavecino agredió a Lorena en la esquina de las calles General Paz y O’Higgins. Según el fiscal, la agarró con fuerza del brazo izquierdo para tratar de quitarle su teléfono celular, causándole lesiones. Y le dijo: “Voy a ir a tu casa y te voy a agarrar”.

La escalada de violencia machista culminó con el femicidio de Lorena el 10 de julio, minutos después de las 13, en el interior de la casa de pasillo de Pueyrredón al 1400. Palavecino provocó la muerte de Lorena Vanina Antivero por asfixia mediante la compresión ejercida en su cuello por “un elemento idóneo, de características duras, presumiblemente una cuerda o cable”, describió el fiscal. Esto le provocó un surco de 5 milímetros de profundidad. También la golpeó con un objeto contundente en la cabeza y le generó una herida con bordes sangrantes. Esto le produjo a Lorena una ruptura de vasos sanguíneos cerebrales y otra lesión en la parte frontal derecha.

“Hubo un sometimiento y maltrato constante hacia Antivero, y un permanente menoscabo y desprecio a la dignidad de la víctima como mujer”, describió el fiscal.

Este miércoles, Palavecino quedó en prisión preventiva sin plazo, por resolución del juez Alejandro Mognaschi. El fiscal Castellano le atribuyó el delito de homicidio doloso doblemente calificado (por el vínculo existente entre autor y víctima –relación de pareja– y por haber sido cometido por un hombre contra una mujer y mediare violencia de género). Es decir, femicidio. Además, lo acusó como autor de los delitos de amenazas coactivas; lesiones leves dolosas calificadas en concurso real con amenazas simples.

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