Policiales

Audiencia imputativa

Quedó preso por una balacera y por protagonizar el video de una golpiza a una joven

Es un joven de 20 años detenido la semana pasada en zona noroeste por quebrar el aislamiento obligatorio. Resultó ser el sospechoso de azotar, en un contexto narco, a una joven en barrio Tablada, una agresión cuya grabación se filtró. También tenía captura por una balacera


Captura del video publicado por Rosario Alerta.

Un joven de 20 años fue imputado por la fiscal Gisela Paolicelli en una audiencia por videoconferencia donde le atribuyeron tres delitos, uno de ellos haber azotado y amenazado a una mujer en una secuencia que quedó registrada en un video que se filtró a las redes sociales en febrero pasado.

La grabación, tomada en un aguantadero de barrio Tablada en un día indeterminado de fines de 2019, ameritó una investigación no sólo por las imágenes fuertes sino porque dieron cuenta de un entramado mafioso, ya que el destinatario del video sería un recluso de la cárcel de Piñero que comanda una gavilla delictiva en zona sur.

Según fuentes policiales, Jonatan A. fue detenido el martes pasado en Juan B. Justo y calle Cachi, en el barrio 7 de Septiembre, por una patrulla de la Policía de Acción Táctica (PAT) que lo identificó por quebrar el aislamiento obligatorio dispuesto por decreto nacional por la pandemia. La consulta con la central 911 arrojó que tenía una captura desde el 5 de marzo de este año. Por ello, quedó alojado en el calabozo de la seccional con jurisdicción en esa zona, a la espera de ser acusado.

Los investigadores tenían apuntado a Jonathan A. como el joven que golpeó, a modo de escarmiento, a Karen F., una mujer a la que los pesquisas vinculan con el clan Funes. Lo habían identificado porque esa paliza quedó registrada en video.

“Levantante, gila, dale, eso te pasa por mentir, por mentirle al Gordo, nunca más, ¿eh? Empezá a hacer las cosas bien”.

—Sí, tiene sangre en la cara, en todos lados, vo. Dale mirá, Pepe, acá tiene sangre”, se puede ver y escuchar en el video que difundió el portal Rosario Alerta el pasado 18 de febrero.

Quien filma –una persona no identificada– muestra a Karen con la frente ensagrentada y llorando, mientras un sujeto –para la Fiscalía, Jonatan A.– la azota “por mentirle al gordo” y reporta a alguien por teléfono, presuntamente un detenido en la Unidad 11 de Piñero. Los maullidos constantes de un pequeño gato negro le ponen aún más dramatismo a la escena. “¡Acá se corta la mentira!”, le exigen a la chica, que responde: “Sí, sí, se corta todo”, continúa Karen. La secuencia disciplinaria ocurrió en una vivienda de Ameghino y Colón, según la Fiscalía. Por la golpiza a Karen, Paolicelli le achacó a Jonathan el delito de lesiones y amenazas.

Los pesquisas del Ministerio Público de la Acusación también lo tenían apuntado por una balacera a una vivienda de Jacobacci al 9600, en el barrio Unidos del extremo oeste, del pasado 22 de agosto: “Efectúa disparos de arma de fuego en el interior del domicilio sin herir a ningún habitante y vociferando que no quería volver a ver a uno de sus moradores”, dice el legajo fiscal que tabuló la agresión como abuso de armas, amenazas coactivas agravadas portación de arma de fuego.

A esas dos calificaciones se le sumó la violación de las medidas adoptadas por la autoridad para impedir la propagación de una epidemia (coronavirus).

La jueza Eleonora Verón aceptó la imputación de la fiscal y tuvo por formalizada audiencia imputativa dictando la prisión preventiva efectiva para Jonathan por el plazo de 90 días, hasta una nueva revisión previa al juicio.

Imágenes de otra golpiza a Karen F. ya se habían filtrado a mediados de agosto de 2019, cuando fue atacada por familiares de internos alojados en la cárcel de Piñero que la acusaban de tener alguna relación con una balacera en la puerta de esa unidad penitenciaria, donde fueron heridas dos personas por una disputa por tickets que otorgan privilegios para quienes hacen largas colas para visitar a los presos.

Ese negocio ilícito tuvo un capítulo judicial con la imputación a unas nueve personas por asociación ilícita, en octubre. Según la Fiscalía, la organización era comandada intramuros por el preso René Ungaro (ex socio del clan Funes) y, entre otros delitos, estaba detrás de la operatoria de venta de pases en la puerta de la cárcel.

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