Un soldado voluntario acusado de violar a una compañera de menor rango dentro de un cuartel del Ejército Argentino en la localidad santafesina de Santo Tomé continuará detenido. Así lo dispuso el juez Jorge Pegassano, quien dio por acreditados los hechos que le atribuyó al uniformado la fiscal de Violencia de Género Yanina Tolosa.
Durante la audiencia de medida cautelar, la fiscal volvió a relatar los delitos que la semana pasada le imputó a un soldado de 26 años, acusado de abuso sexual con acceso carnal agravado por ser personal de las fuerzas de seguridad en ocasión de sus funciones. El joven negó los hechos.
Según la denuncia de una soldado voluntaria, su compañero la violó el miércoles de la semana pasada dentro del depósito central de la Intendencia del Batallón Ingenieros 1 de Santo Tomé donde se encontraban por orden de un superior doblando uniformes a puerta cerrada. La fiscal Tolosa explicó que en este tipo de abusos no hay testigos presenciales, pero resaltó que la víctima brindó un relato verosímil y detallado. Además, describió a la mujer con una personalidad particular por ser oriunda de una provincia del norte del país, además de ser menuda y de baja estatura, a diferencia del acusado que según indicó mide un metro ochenta.
En su denuncia la joven dijo que en el Ejército la trataban de “tontita” porque se reía todo el tiempo, y el día del abuso le preguntó al soldado cómo hacía para estar serio. El uniformado le dijo que iba a enseñarle cómo ser seria y le ordenó (tenía mismo rango pero mayor antigüedad) que realice ejercicios físicos. Luego del adiestramiento abusó de ella, en un hecho que la víctima describió como “muy rápido”. La mujer, quien mantiene un noviazgo reciente con otro soldado, llamó a su pareja, que enseguida la fue a buscar y golpeó la puerta. La uniformada salió llorando y denunció al soldado, quien negó los hechos rotundamente y dijo que la mujer empezó a llorar como una loca y que no entendía qué fue lo que le pasó.
La fiscal Tolosa resaltó que en el Ejército hay una comisión de violencia de género que fue el lugar donde la soldado realizó la denuncia. Pero no terminó de hacerla en ese lugar, porque la misma teniente que escuchó su relato la interrumpió para que vaya directamente a la Comisaría de la Mujer.
Por último, Tolosa aclaró que pidió la prisión preventiva del acusado porque el delito que le acusó es de prisión efectiva, con una pena en expectativa que va de ocho a 20 años de cárcel y porque existe peligro de fuga. El juez le dio lugar a su petitorio y dejó al soldado con preventiva.
“Con las evidencias que presentamos, el juez tuvo por acreditado el hecho. Además, entendió que hay peligrosidad procesal, por lo tanto, consideró que se reúnen los requisitos necesarios para ordenar la prisión preventiva”, informó la fiscal luego de la audiencia de medidas cautelares. La fiscal reiteró las diligencias investigativas ordenadas entre las que detalló que “se secuestraron las prendas del imputado y de la víctima, a los fines de practicar una pericia de ADN. Además, personal de la sección Científica de la PDI tomó fotografías del lugar del hecho y realizó informes de planimetría, huellas y rastros”.
También destacó que el relato de la mujer fue coincidente con el de las personas con las que tuvo contacto; y el “informe médico en el que constan las lesiones” que sufrió la mujer.
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