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Quedó en medio de pelea entre bandas y fue asesinado

La víctima fatal fue un adolescente de 17 años que se encontraba junto a unos amigos en la vereda.

Un adolescente de 17 años falleció ayer a la mañana luego de recibir un disparo en el tórax en el barrio 7 de Septiembre, cuando se encontraba en la puerta de un bar junto a tres amigos y fue baleado por un grupo de chicos. A pesar de que hay dos versiones oficiales sobre el hecho, la más firme habla de un enfrentamiento previo entre bandas juveniles. Las fuentes coincidieron en que tanto la persona fallecida como un amigo suyo que también resultó herido, no habrían sido el blanco de los disparos. Los testigos dijeron que otro chico del mismo grupo habría recibido un tiro en una pierna, pero no recibió asistencia médica ni se presentó a declarar.

Según la primera versión policial, el hecho ocurrió minutos después de las 7 de ayer, cuando dos grupos de adolescentes pertenecientes a dos bandas rivales conocidas como “la 115” y “la 18”,  que se disputan el control de distintas zonas de la ciudad, se encontraron y comenzaron a pelearse a golpes de puños muy cerca del bar Paraíso, ubicado en Martínez Estrada al 7900.

En ese mismo momento, cuatro chicos que eran ajenos a la pelea estaban charlando a unos pocos metros y comenzaron a observar la gresca.

Minutos después la discusión terminó y sus participantes se dispersaron ante la mirada del cuarteto de adolescentes. Sin embargo, entre tres y cuatro personas que habían estado en la pelea dieron media vuelta. Uno de ellos abrió fuego contra los espectadores.

Como consecuencia de la balacera, Emanuel Leandro Brocado, de 17 años, recibió un tiro en el tórax y fue trasladado de urgencia al Hospital Clemente Álvarez junto a Maximiliano O., de 19 años, a quien un proyectil le impactó en el cuello. Brocado falleció alrededor de las 10 de ayer en el quirófano del Heca, mientras que Maximiliano fue trasladado al hospital Alberdi y luego al Sanatorio Parque, donde al cierre de esta edición permanecía internado fuera de peligro, indicaron los voceros del caso.

Sin embargo, otra fuente policial brindó una versión con varias diferencias. Entre ellas, que los heridos habrían sido tres: el tercero sería otro adolescente que acompañaba a las víctimas, quien habría recibido un tiro en una pierna, pero que no fue a ningún centro de salud ni declaró ante la Policía. Según este relato, el único miembro del cuarteto que no resultó herido habría sido quien tuvo problemas con el agresor. De acuerdo con este vocero, todo comenzó cuando los cuatro chicos salían del bar Paraíso, adonde habían festejado un cumpleaños, y en ese momento tres personas se les acercaron. Una de ellas extrajo un arma y abrió fuego.

Los investigadores remarcaron que, sea cual fuere la situación, el agresor estaría señalado pero prófugo. Incluso la Justicia ordenó un allanamiento ayer a la tarde en la casa del sospechoso, que dio negativo.

El caso es investigado por el Juzgado de Instrucción de la 1ª Nominación, junto con la colaboración del personal de la Brigada de Homicidios y la subcomisaría 21ª, por razones de jurisdicción.

Las faltas del Estado: bandas juveniles

El fenómeno de las peleas entre diferentes bandas de adolescentes, convocadas generalmente por internet, ya no son novedad en Rosario. De un tiempo a esta parte, hubo grandes enfrentamientos por disputas territoriales en diferentes lugares emblemáticos, como el shopping Alto Rosario, la Plaza Pringles o la Plaza Alberdi.

La muerte de Brocado hace que resurjan los interrogantes sobre las rivalidades entre bandas de chicos de no más de 18 años, que tienen su territorio marcado en distintos puntos de la ciudad.

La psicóloga Marisa Germain dialogó con El Ciudadano y compartió su visión sobre la conformación de estos grupos y su relación con la violencia. “Es común entre adolescentes buscar nuclearse como una forma de pertenencia, que será autónoma a la de los adultos. Esto siempre existió, pero el problema es que ahora se juntan con otro formato, porque no tienen otras formas de integración, como serían las escuelas o los clubes. Eso se perdió, y deciden juntarse, por ejemplo, en estas bandas”, consideró Germain. “La manera de la conformación también tiene que ver con el proceso de la globalización que en la Argentina fue abrupto, sobre todo en los 90. Los chicos tienen estas herramientas –Fotolog, Blogs, Facebook– y las utilizan para comunicarse”, agregó.

A su vez, Germain destacó dos situaciones generales que se manifiestan y que son importantes a la hora de evaluar el riesgo que corren estos chicos. “Por un lado, la instalación de esta idea de vivir rápido y morir joven, que surge porque no hay nada interesante en el futuro. Hay que jugar la vida ahora”, dijo la psicóloga. “El Estado tiene la responsabilidad de que los adolescentes puedan proyectarse a futuro, pero hoy en día esta posibilidad no existe”, agregó.

El otro punto que Germain considera preocupante es que los chicos tienen cada vez más acceso a armas de distinto tipo.

“Si usan armas blancas o de fuego es porque están disponibles y sólo las utilizan para generar violencia. Y eso tiene que ver con la falta de control por parte de los gobiernos, porque este descontrol es lo que hace a la libre circulación de esas armas”, indicó la profesional.

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