En tiempos remotos, marcaba el límite de Rosario. La madrugada de este sábado, la famosa bajada Puccio fue la frontera que traspasaron tres jóvenes que iban en un Citröen Air Cross: ni la baranda contuvo el vehículo, que terminó colgado de uno de los laterales con pasto que rodean a la calle por donde se accede a la zona de playas de La Florida. No hubo heridos, sólo la pintoresca postal.
El vehículo circulaba por calle Maza, perpendicular a Puccio ya en la bajada, por lo que se corta allí y lo único que queda es tomar con cuidado una calle angosta lateral. El conductor del Citröen no conocía el detalle o su estado de lucidez le impidió sortearlo. Así, venció la baranda que da a los empinados laterales de la avenida que baja hasta la ribera del Paraná.
Ninguno de los tres jóvenes que iban en el auto resultaron heridos. Fuentes policiales refirieron a poco del hecho que no habían podido determinar qué fue lo que pasó.