Policiales

imputaron a brasilero por 18 estafas

Qué es el skimming, la modalidad de fraude con tarjetas que llegó a Rosario

Tras ser detenido en Buenos Aires por una maniobra similar, un brasilero quedó detenido en Rosario como parte de una banda. Fiscalía estima en 4,5 millones de pesos el desfalco producido por gavillas en lo que va del año.


Skimming es el robo de información de las tarjetas de crédito o débito que se realiza al momento de una transacción bancaria en un cajero automático. El estafador, a través de un dispositivo que instala en la ranura donde entra la tarjeta, que a simple vista no se detecta, copia la banda magnética para luego clonarla y, con una pequeña cámara que pega sobre el teclado del cajero, obtiene la clave para acceder a las cuentas. Este tipo de defraudación se da en la ciudad desde hace varios meses. Desde mediados de año la Fiscalía Regional Rosario creó la Unidad de Cibercrimen, especializada en este tipo de delitos, y permitió la profundización de investigaciones sobre una de las cuatro bandas que operaban en la ciudad. En este marco, un joven de nacionalidad brasileña cayó en Buenos Aires en un intento de cometer una defraudación de este tipo y, tras recuperar la libertad, fue trasladado a Rosario. La Fiscalía lo ubicó como integrante de una banda que perpetró reiteradas estafas en la ciudad. Fue imputado de 18 hechos de defraudación, 5 de ellos tentados, y asociación ilícita. Estiman que el monto defraudado por el muchacho alcanza los 90 mil pesos. Quedó preso a disposición del Colegio de Jueces. En lo que va del año, las bandas que actuaron en la ciudad produjeron un desfalco de unos 4,5 millones de pesos, estimó la Fiscalía.

El miércoles pasado un joven brasileño de 22 años fue detenido a la salida de un cajero de Capital Federal con instrumentos para clonar tarjetas. Fue imputado, pero como era el único hecho que le comprobaron –lo detuvieron in fraganti– recuperó la libertad con una fianza de 20 mil pesos. Pero los fiscales de la Unidad de Cibercrimen Matías Ocariz y Lucas Altare hacía varios meses que investigaban este tipo de defraudación y lo tenían individualizado como miembro del grupo.

Los fiscales explicaron que al crearse la unidad, a mediados de año, recibían entre 7 y 8 denuncias semanales de este tipo, y la profundización en las investigaciones llevó a que mermara notablemente la cantidad de hechos. La unidad cuenta con unas 1.200 filmaciones de personas instalando estos dispositivos o usando tarjetas clonadas y explicaron que la creación de la unidad permite unificar las investigaciones e imputar los hechos en su conjunto, además de desarticular los grupos que se dedican a estas maniobras.

Altare describió que se trata de bandas que operan en distintos puntos del país, por lo que mantienen contacto fluido con otras fiscalías y juzgados para cruzar información; actualmente tienen medio centenar de denuncias y este viernes casi una veintena fue achacada al joven, aunque también existen otras gavillas.

La operatoria

Colocan un dispositivo en la ranura de ingreso de la tarjeta; este instrumento permanece en el lugar unas 2 horas. Esa herramienta permite clonar las bandas de las tarjetas de crédito o débito y con una microcámara que pegan sobre el teclado del cajero obtienen las claves bancarias para operar, explicó Ocariz. Así o transfieren plata de una cuenta a otra o extraen dinero; también pueden hacer compras en negocios. Cuando una cuenta tiene saldo y se supera el límite de extracción diaria suelen pasarlos a otras cuentas para seguir sacando plata. En general las transfieren a cuentas clonadas, muchas veces de Buenos Aires.

Si bien hay varias entidades damnificadas por este sistema, el banco Macro es uno de los más perjudicados, aunque no se determinó la existencia de una vulnerabilidad específica.

El joven es parte de una banda mucho más grande y compleja, explicó la Fiscalía. El grupo está compuesto, en su mayoría, por hombres extranjeros . Muchos de ellos quedaron registrados en las filmaciones de las cámaras de los cajeros y los fiscales tienen otras personas individualizadas.

El brasileño fue imputado por el fiscal Ocariz por 18 hechos de fraude, cinco de ellos en grado de tentativa. La audiencia que presidió ayer la jueza Hebe Marcoglise se hizo con traductor y con la asistencia del defensor público Juan Ignacio Bazet. El sospechoso optó por no declarar y a pesar de los esfuerzos del abogado para lograr una morigeración la jueza dispuso preventiva por el plazo de ley.

RECOMENDACIONES

La Fiscalía Regional Rosario dio recomendaciones para los usuarios ante la proliferación de defraudadores: “Prestar atención al momento de realizar la transacción. Observar el cajero; usualmente se puede distinguir la microcámara pegada sobre el teclado. El dispositivo que va en la ranura de la tarjeta es del mismo color, pero existe una luz entre el aparato y el cajero. Otro consejo es cubrir con la mano el teclado al ingresar la clave y chequear constantemente los movimientos bancarios”.