La elección de la Federación Internacional de Fútbol (FIFA) fue acogida con un estallido de alegría en Doha, la capital, donde durante toda la noche la población local y los expatriados árabes celebraron un éxito “de todo Oriente Medio”.
La prensa local exultaba este viernes, con suplementos dedicados al evento. “Jornada histórica par Qatar”, “Alegría de Qatar compartida por todos los árabes” titulaban los periódicos.
El país tiene previsto invertir 100.000 millones de dólares en el desarrollo de sus infraestructuras, con la ambición de imponerse como un centro turístico mundial.
En lo deportivo Qatar ya tiene experiencia tras haber organizado en 1995 el Mundial de fútbol Sub-20 y en 2006 los 15º Juegos Asiáticos, considerados como los mejores de la historia.
Desde 1990 también acoge un torneo anual de tenis ATP y también celebró en Doha el Masters femenino y una carrera del Mundial de MotoGP. En 2011 tiene previsto acoger la Copa de Asia de Naciones de fútbol y los Juegos Panárabes.
Para el Mundial-2022, los responsables prometieron ponerse a trabajar enseguida para un proyecto que necesita varios estadios, una red moderna de transporte (con un sistema de metro) y una capacidad hotelera a la altura de un Mundial de fútbol.
Para paliar las temperaturas, que pueden llegar a los 45 grados en julio y agosto, cuando se disputa el Mundial, Qatar promete estadios refrigerados. Tras el evento se desmontarán las instalaciones para regalarlas a países en desarrollo.
Comentarios