Policiales

Matricidio

Purgará 22 años de cárcel por matar a golpes a su madre

Un hombre de 52 años fue condenado por el crimen de Esther Estefanía Lapierri, quien tenía 76 años y estaba postrada. Él mismo le avisó a la Policía que la encontró muerta, pero algunas contradicciones lo sentaron en el banquillo de los acusados


Un hombre de 52 años fue condenado este martes por matar a golpes a su madre dentro de la vieja casona céntrica que compartían. El cadáver de Esther Estefanía Lapierri, de 76, fue hallado a mediados de 2018 en Maipú al 900, con visibles signos de violencia y rodeado de basura, gasas con sangre y botellas de alcohol. Fue su hijo quien avisó a la Policía de la muerte, pero algunas contradicciones en su relato lo posicionaron como el principal sospechoso del asesinato. La Fiscalía pidió perpetua pero los jueces Héctor Núñez Cartelle, José Luis Suárez y Hebe Marcogliese le dieron 22 años de cárcel por el delito de homicidio calificado por el vínculo.

Este martes finalizó el juicio oral contra Leonardo Gotkowski, de 52 años, quien fue acusado por el fiscal de la Unidad de Homicidios Dolosos Patricio Saldutti de asesinar a su propia madre el 26 de junio de 2018 dentro de la vieja casona que compartían en Maipú 917, en el microcentro de la ciudad. Además le achacó el delito de tenencia de arma de fuego de uso civil ya que en el domicilio de la víctima fueron hallados dos revólveres calibre 22, una escopeta de dos caños calibre 16 y un pistolón de un caño calibre 14.

Durante el debate trascendió que el esposo de la víctima, y padre del acusado, era joyero y durante años tuvo un local sobre calle Maipú. Tras su muerte, la viuda quedó viviendo en la misma casa con uno de sus hijos.

El fiscal relató en el juicio que varios miembros de la familia tenían problemas de alcoholismo. Mientras que la mujer se encontraba postrada y tenía una salud muy débil al momento de ser atacada.
Fue su propio hijo quien llamó a la Policía para anoticiarlos de que había encontrado a su progenitora muerta en el comedor. Pero las primeras sospechas de que podría haber sido él el autor del crimen la tuvieron los médicos del Sies. Luego, la autopsia determinó que su madre había sufrido golpes intencionales y no accidentales, a lo que se sumó que no había signos de violencia en la propiedad ni faltantes de objetos.

De hecho, en la vivienda se encontró un bolso con 20 mil pesos, 50 anillos de oro, 20 collares, oro en filamentos y plata en granilla, lo que implantó la idea que podría ser un botín con el que el hijo pensaba escapar.

Otra de las sospechas le surgió a una mujer policía, una de las primeras en llegar al lugar y entrevistar al hijo de la mujer muerta. La uniformada dijo que el médico le mencionó que la víctima tenía signos de golpes y el cadáver llevaba más tiempo del que había dicho su hijo.

La agente agregó que Gotkowski tenía aliento etílico, estaba nervioso y le había dicho que se levantó a desayunar y encontró a su madre en el suelo. Y que además le contó que como no había podido llevarla a la habitación, llevó un colchón y la acostó en el piso, pensando que estaba viva. Luego, dijo que se fue a dormir y al volver a la cocina notó que su madre no respiraba.

Todos los empleados policiales que estuvieron en la escena coincidieron en la suciedad y el estado de abandono en que se encontraba la propiedad.

También se supo que el acusado, que según una pericia comprendía la criminalidad de sus actos, había estado en tratamiento psiquiátrico en el Centro de Salud Mental Agudo Ávila, lo que fue confirmado por uno de los profesionales que lo atendió.

Según relató ese psiquiatra, Gotkowski estaba en tratamiento desde 2001, fecha en la que intentó quitarse la vida. Para entonces, uno de sus hermanos se había suicidado. El profesional también relató las dificultades que existían en su entorno familiar y el derrotero del tratamiento al que fue sometido el hombre, que tuvo muchos intervalos.

También declaró una hermana del acusado, quien visibilizó la compleja trama familiar, tras referir que no había vínculos fortalecidos con algunos miembros de la familia y que el quiebre se dio con el suicidio de uno de sus hermanos. La mujer también habló de violencias y denuncias cruzadas.

El abogado defensor Walter Calenta sostuvo la inocencia de su cliente. Argumentó que Gotkowski no estaba en su casa el día del crimen debido a un accidente doméstico y agregó que, en caso de haber estado, su accionar fue culposo y no intencional.

No obstante, los jueces condenaron al hijo del joyero a 22 años de cárcel, pena un poco menor a la de prisión perpetua que había solicitado la Fiscalía.

Comentarios