Policiales

Plata o plomo

Pupito Avalle, regente de Los Monos, suma otra causa: caen 11 personas por extorsiones armadas

Fiscales provinciales solicitaron este miércoles 25 allanamientos en Rosario, Villa Gobernador y Pueblo Esther para desbaratar una banda dirigida por Avalle desde Ezeiza, que está sospechada de cometer desde 2021 unas 15 balaceras y amenazas, a comercios, sindicatos y la sede de la AIC


Cristian “Pupito” Avalle, lugarteniente de la segunda línea de la banda Los Monos, volvió a quedar en la mira en un año por dirigir desde la cárcel federal de Ezeiza una banda que investigan por cometer unos 15 hechos de amenazas y extorsiones armadas. La causa a cargo de fiscales de la Unidad de Homicidios Dolosos y de la Unidad Especializada de Balaceras se conoció este miércoles luego de las fuerzas provinciales llevaran a cabo 25 allanamientos en los barrios Tío Rolo y Villa Moreno de la ciudad junto a domicilios de las localidades de Villa Gobernador Gálvez y Pueblo Esther. Entre las extorsiones armadas figuran la balacera contra la sede de la Agencia de Investigación Criminal (AIC) de febrero pasado, el sindicado de la Carne, de Camineros y las sedes de la Unión Obrera de la Construcción (Uocra) tanto en Rosario como en Santa Fe. También hicieron requisas en celdas de la Unidad Penitenciaria 11, de Piñero; 1 de Coronda y el Complejo Penal de Ezeiza donde está recluido Pupito. En los operativos, cayó Naomi “Narigona” S., pareja del lugateniente de Los Monos, junto a otra decena de personas.

La investigación que está a cargo de los fiscales Patricio Saldutti de Homicidios y sus pares de la Unidad de Balaceras Franco Carbone y Valeria Haurigot comenzó en mayo pasado luego de que se acumularan denuncias por una banda que baleaba el frente de viviendas y dejaba notas donde daban un número de celular con la firma de “La Mafia”.

Fue en ese marco que la Fiscalía ordenó al personal de la Dirección de Asistencia Judicial en Delitos Complejos y Crimen Organizado (Dajudeco) identificar el número de celular que dejaban en los escritos extorsivos.

Los resultados de estas medidas llevaron a los pesquisas hasta la cárcel de Ezeiza, precisamente a la celda de Pupito, describieron los voceros del caso para agregar que en base a escuchas telefónicas, determinaron que el principal sospechoso orquestaba las balaceras extorsivas y amenazas no sólo con personas de confianza en libertad sino también a través de otros reclusos que estaban en otras unidades penitenciarias.

Tras el cotejo de esta información y luego de relacionarla con la pesquisa de otras causas surgieron indicios que conectan a esta organización con al menos 15 ataques extorsivos que se cometieron desde 2021 hasta la fecha en diferentes viviendas y edificios institucionales de Villa Gobernador Gálvez y Rosario.

Entre ellos están las dos balaceras que sufrió el empresario del transporte Matías Matarochi –apenas había recuperado la libertad tras pasar más de un año preso en la cárcel de Marcos Paz por una causa de contrabando y lavado de activos–, contra su domicilio en Álvarez; los dos ataques contra edificios de la Uocra en Rosario y Santa Fe, del Sindicato de la Carne donde ese mismo 4 de febrero pasado los gatilleros también dispararon contra la sede de la AIC y el último hecho que investigan tiene que ver con los tiros de este lunes contra el edificio del gremio de Camioneros en Pasco al 1000. Por este ataque, hubo un detenido.

En base a estos hechos, este miércoles los fiscales solicitaron 25 allanamientos que implicaron el despliegue de un centenar de miembros de la Policía de la provincia y que fueron: en dos domicilios de pasaje 4 (ex Malargue) al 2900; dos en Piazza al 100, uno en Libertad al 400, otro en Alvear al 2100, en San Juan al 1100, en Córdoba al 100, en Remédios de Escalada al 200, en dos inmuebles de Bomberos Voluntarios al 2400, en pasaje 5 al 1600, tres en Bolívar al 1500, uno en Levalle al 1200, en Brown al 2100, en Libertador al 1100, en pasaje 8 al 2300, en 9 de Julio al 2100, en Riccheri al 2500, todos de Villa Gobernador Gálvez. En tanto, hubo un operativo en Ecuador al 1700 de Pueblo Eshter y en la ciudad, los pesquisas hicieron dos procedimientos en Camino Nuevo a Soldini y Doctor Medina y en un departamento de Dorrego al 3900.

Tras los allanamientos las fuentes informaron que 11 personas fueron apresadas entre las que fueron identificadas: Naomi “Narigona” S. –pareja de Pupito–, Jonatan “Jano” F., Nahuel “Vino o Avispón” L., Brandon Alexis G., Elías “Eliot” S., Ramón G., María Inés G., Sergio R., Gabriela “Mona” I., Jorge R. y Héctor S.

Además, los investigadores secuestraron un Peugeot 207, otro 308, 45 celulares, un arma de fabricación casera (tumbera), tres pistolas calibre .380, 22 y 9 milímetros, tablet, postnet, casi 400 mil pesos, algunos dólares, cuadernos con anotaciones, unas ocho camisetas de Newell´s y documentación de interés para la causa, describieron los voceros.

Las fuentes del caso detallaron que de los operativos participaron 21 Brigadas Operativas de la Región Sur de Rosario, de la Agencia de Control Policial (ACP), de la Unidad Especial de Amenazas y Extorsiones, Grupos Tácticos, personal de la Tropa de Operaciones Especiales (TOE) y la Brigada Canina del Ministerio Público de la Acusación (MPA).

Un regente desde Ezeiza

Si bien los pesquisas lo identifican como segunda línea en la banda del clan de La Granada, Pupito logró escalar posiciones luego de su detención el 25 de marzo de 2019 en el marco de una causa por el robo a mano armada de un automóvil en Vera Mujica al 1800 que le valió una condena al año siguiente a cuatro años. En 2021, cuando purgaba su pena en la cárcel de Piñero, la Justicia federal lo procesó junto al líder Los Monos, Ariel “Guille” Cantero, por el secuestro extorsivo del hijo de un empresario en Arroyo Seco.

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Ya catalogado como preso de alto perfil, en 2022 fue trasladado junto a gran parte de la banda de Los Monos a Ezeiza y en abril pasado fue imputado por planificar, también con un celular y desde su celda, el primero de los ataques a balazos contra Televisión Litoral junto a los asesinatos de Miguel Ángel Roulín y Ricardo Carrizo, todo cometido en diciembre de 2022.

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